Uno de los literatos más magistrales, complejos y ricos en su estilo que actualmente existe en el panorama de las letras en España es, sin ningún tipo de dudas, el jienense Antonio Muñoz Molina. Un autor, miembro dela Real Academia española desde el año 1996, que ha conseguido que público y crítica estén de acuerdo en la excelencia de su obra.
Una extensa bibliografía la citada, caracterizada, de manera fundamental, por la tela de araña que urde este escritor entorno a sus personajes, unos seres de vidas muy diferentes y con peculiares formas de vivir y de sentir, que acaban confluyendo y dando sentido a unas páginas que nunca dejan indiferente a nadie.
En 1985 fue cuando publicó su primer trabajo (Diario del Nautilus), sin embargo, tendría que esperar al año 1991 para lograr un enorme éxito con El jinete polaco, que obtuvo el Premio Planeta. Una obra en la que, partiendo de experiencias personales, da a conocer cómo se vive en el pequeño pueblo de Mágina, en la provincia de Jaén.
Si por algo se caracterizó esta narración fue básicamente por su complejidad y es que en ella concuerdan un sinfín de personajes, cada uno de los cuales se presenta con un peculiar bagaje personal del que el protagonista conseguirá aprender e incluso obtener alguna moraleja.
Así, se encuentra su abuelo que fue guardia de asalto y que acabó con sus huesos en un campo de concentración, sus padres que se dedicaron toda la vida a trabajar en el campo o el médico que tiene una extraña relación con la aparición del cadáver de una mujer que fue emparedada.
Si diferentes y variopintos son los seres que dan vida a dicha obra premiada, no lo son menos los que aparecen en Los misterios de Madrid que Muñoz Molina publicó en el año 1992. Un profundo y hondo análisis de los mismos se produce en este entramado narrativo y todo persiguiendo un fin: intentar esclarecer qué ha sucedido para que se produzca la desaparición del Santo Cristo de la Greña.
Lorenzo Quesada será el encargado de viajar a la capital de España para esclarecer los hechos y para ello tendrá que hacer frente a la investigación de ese desfile ingente de personajes peculiares.
Los sentimientos más dolorosos
Un delito es también el origen de otra de las novelas más reconocidas del autor jienense, Plenilunio (1997). En este caso concreto, se trata de un crimen abominable entorno al cual gira todo el relato pues se hace necesario esclarecerlo y dar a conocer al autor del mismo.
La investigación de aquel será la que propicie que en el transcurso de la misma hagan acto de aparición un amplio conjunto de personas caracterizado por el misterio. Y es que cada una de ellas guarda en su interior un secreto que le causa un dolor inmenso que anhelan superar para hacer frente a una vida cargada de felicidad.
Y hablando de sufrimiento es necesario hacer mención a La noche de los tiempos. Dicha novela fue publicada en el año 2009 y en ella se tiene como telón de fondo a la Guerra Civil Española.
En la citada se narra la historia de un arquitecto (Ignacio Abel) que, ante el estadillo de dicho conflicto bélico, sale de su país para llegar a Pennylvania. Allí, siente como el corazón se le parte al recordar a todos los seres queridos que ha dejado atrás, a la situación en la que está sumida su tierra y a la bella historia de amor clandestino que logró vivir.
Con estos ejemplos se puede acceder al universo personal y literario de Antonio Muñoz Molina, un autor de nuestro tiempo lleno de calidad, de complejidad y de las cualidades necesarias para acercar al lector al intrincado mundo de las emociones del ser humano.
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