Los rostros más humanos de Khaled Hosseini

Con sus dos primeros libros vendió cerca de 38 millones de copias. Y en la presentación del último, en New York había colas de personas desde cinco horas antes de que Khaled Hosseini llegara.

Es afgano pero vive en Estados Unidos. Es libre pero escribe sobre todos aquellos individuos que carecen de libertad. Una mirada a la realidad de Afganistán a través de una prosa limpia e impactante.

La vida de Khaled

Khaled Hosseini nació en Kabul el 4 de marzo de 1965 y es un escritor afgano que se ha nacionalizado estadounidense y escribe en inglés. Pasó gran parte de su vida viviendo en el extranjero, dado que su padre era un importante diplomático del Ministerio de Asuntos Exteriores de Afganistán.

Sin embargo, sus primeros años (posiblemente los más relevantes) los vivió en Afganistán, donde se acercó a la cultura y aprendió a fondo su lengua materna. Allí, su madre era profesora del idioma persa y de Historia.

Entre sus diversas residencias, aparte de Kabul, se encontraron Teherán, San José de California y París. Cuando en 1978 se produjo la revolución comunista en Afganistán y se instauró el posterior gobierno soviético, él y su familia recibieron asilo político en Estados Unidos; país en el que reside desde entonces y donde estudió medicina.

Comenzó a dedicarse a la medicina, aunque abandonó pronto esta actividad cuando su primera novela, «Cometas en el cielo», fue superventas y descubrió que podía mantenerse gracias a sus libros.

Y su éxito no quedó ahí. Su segunda obra, «Mil soles espléndidos», repitió la popularidad de la primera y la tercera también lo está haciendo. Se titula «Y las montañas hablaron». Y es un verdadero reflejo de la habilidad de este intelectual que, no dejándose enceguecer por la fama, supo mejorar cada vez más. La última es, según las críticas norteamericanas, la mejor de las tres.

Pero su labor no se queda solo en la creación literaria, además es embajador del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y fundador de una organización que busca ofrecer ayuda humanitaria a los refugiados en su país.

La obra de Hosseini

Hosseini escribe acerca de su país, con una capacidad extraordinaria para fijar ambientes y mostrar las costumbres del mismo. Sus historias son intensas y siempre te dejan suspendido en una masa de emociones indescifrables. Indudablemente es uno de los casos en los que las apariencias engañan. Cuando escuchamos que alguien es superventas intentamos huir de él, pero de Hosseini es bueno no hacerlo.

Sus personajes son individuos que sufren las consecuencias de un régimen que no eligieron y del que no pueden escapar, en una tierra maravillosa pero regada de sangre. En su última novela la pérdida parece hacerse presente con más intensidad y la devastación de la guerra te deja sin respiración.

Es la historia de dos hermanos, Abdulá y Pari, que son separados por la vida en forma temprana. Sin embargo, se mantienen unidos a lo largo de los años, a través de un lazo indescriptible que puede más que el peso de la ausencia.

En esta obra, más que nunca, Hosseini se vale de un lenguaje lleno de emociones que deja entrever la vida y la esencia del alma detrás de las paredes culturales. De algún modo, puede servir para entender que no somos tan distintos los que estamos de un lado de los que están del otro. Que las necesidades que nos lideran son semejantes y el derecho a la libertad y al disfrute de la corta existencia es un bien que nadie debería poder arrebatarnos.

Y las montañas hablaron

El título de la obra se debe a un poema de William Blake, a quien va dedicado el libro. Pero Hosseine se ha tomado la licencia de cambiar «colinas» por «montañas», tan imponentes y protagonistas del paisaje afgano.

Posiblemente sea uno de los autores que mejor ha sabido acercarnos el drama que se vive hoy en día en Afganistán. Sus obras podrían tomarse como una enumeración de las diversas consecuencias surgidas de la invasión soviética, la dominación del régimen talibán y la posterior ocupación estadounidense. Todos hechos monstruosos y dramáticos que tuvieron un gran impacto en la realidad sociocultural de este país.

En «Y las montañas hablaron» se acerca a esa realidad con una mirada casi lejana, recorriendo los rincones y asombrando al lector a cada paso; mostrándonos las miles de historias particulares afectadas por una guerra sin fin, en un país marcado a fuego por la historia.

Vivir afuera te permite ver la realidad desde otra perspectiva, no necesariamente menos implicada, quizás sí, más objetiva. Así lo cuenta Hosseine:

Otra obra que podría acompañarnos estas vacaciones. ¿No les parece?