El desván de los libros perdidos sigue sumando títulos inolvidables; en esta ocasión le toca el turno a «Rusia en 1931. Reflexiones al pie del Kremlin» de César Vallejo, un libro sobre las repercusiones de la Revolución Rusa construida desde la mirada de los protagonistas y dirigiéndose a una visión más amplia. Una obra en la que cabe mucho romanticismo pero también un deseo de de unidad humana y una intensa reflexión en torno a las consecuencias del capitalismo en las relaciones humanas.
La Revolución Rusa en la mirada de Vallejo
Muchas cosas cuestionables y negativas tuvo la crisis que se inició con el derrocamiento del régimen zarista en Rusia, pero es evidente que aquel suceso fue la gran luz de Europa del siglo XX. Aunque las consecuencias a largo plazo fueron desastrosas, quienes entonces creían en el cambio social y compartían las ideas socialistas, vivieron un momento de esperanza y lucharon por proyectar un cambio que tuviera connotaciones amplias a futuro. De esa imagen rescato la ilusión y la esperanza que entonces parecía fluir en el mundo y que poco a poco se ha ido apagando hasta llegar a la realidad que hoy nos toca. En ese grupo de personas esperanzadas podría incluirse a César Vallejo, que se sintió extasiado por algunas de las ideas que postulaba este cambio social y que dejó expresadas con tan buen gusto en este libro.
Muchos fueron los cronistas que viajaron a la Unión Soviética con el objetivo de contar lo que allí estaba naciendo; la mayoría de ellos pagados por el régimen para contar sus bondades, para articular la propaganda entre diversos puntos geográficos, más allá de los límites de la propia Rusia. El caso de Vallejo fue diferente; viajó por deseo propio, es decir, que no se vio obligado por un compromiso y, por ende, lo que escribió es sincero. Sinceridad es la cualidad que encontramos en toda la obra de este poeta maravilloso. Su visión, decía, de la revolución parte de su fascinación y su deseo de luz y no de la intoxicación que produce el dinero. Y, si bien es cierto que la suya es una mirada bastante entusiasta respecto a la realidad soviética, pienso que es muy interesante de leer y de apreciar. De hecho, ¡habría sido difícil no subirse al carro de la revolución viviendo en aquella época!
Vallejo comenzó en 1930 a publicar sus crónicas en la Unión Soviética en una revista titulada «Bolívar» (no cabe nombre más adecuado para tamaño texto) y fueron tan alabadas y tan leídas que comenzaron a publicarse tanto en Perú como en España; ya sabemos la fascinación que en los intelectuales españoles causó la revolución, por lo que no ha de extrañarnos la emoción y la esperanza con las que se habrán leído estas páginas. Pienso que leer hoy este libro nos puede ayudar a entender muchas cosas pero también, por momentos, nos conmueve hasta motivarnos a sentir también una ilusión profunda: ese deseo de luz que tanto perseguimos los humanos.
La lucha esperanzadora del proletariado
«Rusia en 1931» nos muestra una visión detallada desde diferentes aspectos. La vida en Moscú durante la primera etapa stalinista, cuando el proletariado confiaba en que sus esfuerzos valían la pena para formar una Rusia sólida y abierta al mundo. La investigación de Vallejo abarca desde la situación de los obreros, hasta la vida de los integrantes de las clases altas que se han visto privados de sus privilegios. Y nos ofrece un viaje a través de la mística, la historia, la educación e incluso el sexo y la conformación de la sociedad. Estudia con detenimiento (entrevistando a los protagonistas de la realidad sociedad rusa) los aspectos del trabajo, la industria y la racionalización de la sociedad, que intenta mostrarse absolutamente opuesta a la anarquía del capitalismo. También hay una mirada a la literatura, el amor, el teatro, el cine y la diversión. Cabe destacar sin embargo, que cuando Vallejo hizo este trabajo y cuando fueron encuestadas esas personas, aún el país no se había visto amenazado por la imposición de la dictadura a toda regla, y es un dato importante para no caer en el rechazo absoluto de las ideas plasmadas en estas páginas.
Entre las cosas más interesantes para señalar, y dejando al margen nuestra opinión personal sobre los efectos que la revolución tuvo en Europa, sí que pienso y coincido con Vallejo en que al principio hubo un momento de luz, de inflexión que podría alumbrar futuro. Y en ese sentido hay una reflexión muy interesante sobre la forma que se ha leído la teoría socialista, tomando a los líderes como representantes de la idea pero sin analizarlos de forma individual. Las masas se pudieron a favor de una idea pero sin profundizar en quiénes estaban detrás de ella, y en ese punto quizá reside el gran fracaso de la revolución soviética, y que nos lleva a hacernos la pregunta ¿habría sido posible el éxito del proyecto de una sociedad avanzada donde las diferencias de clases fueran cosa del pasado de haber sido abanderado por otra persona-líder?
Es este un libro interesantísimo, escrito desde el deseo de acercar a la sociedad europea y americana la visión de la revolución desde dentro, en las palabras de los propios protagonistas. Vallejo quiso con él divulgar esa idea en la que confiaba, con la que se sentía identificado, en un intento de que el mundo entero se uniera en pos del triunfo del proletariado en la sociedad humana. No fue posible pero ¡ay! cuánta belleza en la voz de César. ¡No dejen de leerlo, por favor!
Comentarios1
En tu voz , habla el silencio. Te saludo con afecto, Tes.
¡Qué bellas palabras, Claudio! Gracias. Un saludo.
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