En campos como el cine o el teatro es muy frecuente hablar de sagas familiares donde padres, hijos o hermanos comparten profesión y dotes artísticas. En el campo concreto de la literatura algunos son los casos de este tipo que se han dado, pero no en tanto número.
Eso sí, el mundo de las letras ha contado con las plumas de alguna saga que, si el destino y la muerte no hubieran hecho acto de presencia, habrían llegado a ser un auténtico trío de adoración. Este es el caso concreto de las hermanas Bronte: Charlotte, Anne y Emily. Tres mujeres que a pesar de su escasa vida, debido a la tuberculosis, sólo dejaron al mundo un escaso número de obras pero todas ellas de gran calidad.
En 1816 en Yorkshire, Inglaterra, fue cuando nació Charlotte, la mayor de las tres citadas hermanas. Su obra más conocida es, sin duda alguna, Jane Eyre que fue publicada en 1847.
Su experiencia en un internado fue la que le valió a esta autora para escribir dicha novela que ha llegado a convertirse en uno de los clásicos de la literatura inglesa.
En ella una joven huérfana, que sufre todo tipo de maltratos físicos y que siente en su piel la soledad, el miedo y la falta de cariño, es la protagonista. Circunstancias todas estas que le forjan un carácter luchador y justo que se convierte en su principal valor y a la vez foco de conflicto durante su trabajo como institutris ya en la edad adulta. Controvertida y exitosa fue al mismo tiempo esta novela en su tiempo ya que dicho libro introducía una psicología moderna y los primeros conceptos del feminismo.
Emily y Anne
El éxito parece que estaba destinado a encontrar en las hermanas Bronte a sus dueñas pues a la gran acogida del libro de Charlotte se sumaría con el tiempo la de la novela de Emily titulada Cumbres borrascosas (1847). Al principio la crítica y el público se mostraron a cierta distancia ante esta novela pero al final no pudieron más que caer rendidos ante la evidencia de un trabajo de calidad, que hoy está considerado como un clásico de la literatura anglosajona.
En él el amor, el odio y la venganza son los motores entorno a los cuales giran las vidas de sus protagonistas: Heathcliff y Catherine Earnshaw.
Como punto de referencia de la literatura inglesa se toma también a la obra Agnes Grey, la obra más conocida de la pequeña de estas tres hermanas Bronte: Anne. Dicha autora decide también tomar a una institutriz como figura principal de este relato donde, del mismo modo, se lleva a cabo una crítica o análisis de la posición que tenía cualquier mujer joven en la sociedad de aquella época. Un tiempo en el que se le imponían una serie de principios o valores morales.
Estos a su vez le producían a la joven un auténtico dilema interior entre lo que debía y lo que quería ser y hacer.
El trío de mujeres al que nos hemos referido otorgó, sin ninguna duda, a la historia de la literatura varias obras que por su calidad y su esencia son pilares de la misma. Hoy, quizás mucho más que en su momento, se las alaba y toma como punto de referencia.
Si el destino cruel no hubiera acabado con las vidas de ellas por culpa de la tuberculosis quizás hoy podríamos hablar de un mayor número de obras situadas en el más alto escalafón literario.
No obstante, tenemos que conformarnos con sus bibliografías particulares y con algún poemario que juntas publicaron con los seudónimos masculinos de Currer, Ellis y Acton Bell.
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