Quizás Hungría no sea conocida especialmente por el conjunto de artistas y de escritores que han nacido en ella, sin embargo, eso no significa que no tenga el orgullo de contar entre sus ciudadanos a autores que, sin duda alguna, se han caracterizado por la calidad de sus trabajos y por sus dotes narrativas o poéticas.
Un ejemplo de ello sería Sándor Marai (1900-1989), que es uno de los literatos húngaros que más ha conseguido llegar a los lectores de todo el mundo. Y todo ello lo logró gracias a unos libros donde se dedicó a reflejar de manera exacta y perfecta las vicisitudes del tiempo que le tocó vivir.
En ese sentido, habría destacar obras tales como Los rebeldes que se publicó en el año 1930. Dicha novela está protagonizada por cuatro jóvenes (Erno, Tibor, Ábel y Béla) que acaban sus estudios poco antes de que haya finalizado la Primera Guerra Mundial. Un enfrentamiento bélico este que supondrá que en unas semanas sean llamados a filas para combatir en aquel del que no tienen nada más que informaciones trágicas y dramáticas.
Ante ese próximo destino que seguro va a cambiar sus vidas, deciden realizar todo aquello que desean, sin someterse a reglas ni a los mandatos de nadie. Por eso, comenzarán a fumar, a beber, a robar o incluso a jugar a las cartas. Pero todo ello cambiará cuando haga acto de aparición en la ciudad la figura de un actor que hará que las vidas de aquellos tomen unos nuevos rumbos que, desde luego, no acabarán nada bien.
Los dilemas del hombre
En esa misma línea de reflejar lo que acontecía en la sociedad de aquel momento se encuentra la novela titulada Liberación. En ella la protagonista es Erzsébet, una joven que, a finales de 1944, en Budapest se encuentra buscando un escondite para su padre. Este es un científico que, por sus simpatías hacia las ideologías liberales, está siendo perseguido por la Gestapo.
Finalmente la chica logra un lugar donde ocultar a su padre y ella hará lo propio pues va a tener lugar el asedio del ejército rojo. Así, en ese rincón donde se encuentra hacinada conviviendo con otros ciudadanos siempre tendrá en su mente la idea de que la llegada de los soviéticos a la zona hará que se produzca una liberación, que la sociedad cambie a mejor.
Sin embargo, cuando eso tiene lugar, nada es como Erzsébet había soñado.
Diferente en cuanto a temática es, sin embargo, la obra que lleva por título La hermana, que fue publicada en 1946. En ella, Sándor Marai lo que hizo fue plantear una serie de dilemas que preocupaban al hombre en aquel momento como pueden ser el dolor, el amor, el miedo a la muerte o la desesperación.
La historia que se narra en concreto es la de un pianista, Z, que se encuentra viviendo uno de los mejores momentos de su carrera profesional. Tal es así que incluso es solicitado por el gobierno de Italia para que ofrezca un concierto en dicho país, sin embargo, mientras viaja en el tren sufre una indisposición que provoca que tenga que ser ingresado en un hospital.
Una extraña enfermedad vírica será la que se le detecte en el citado centro sanitario donde mantendrá interesantes conversaciones con el médico que le atiende sobre el espíritu del enfermo y la curación por medio de la ciencia.
Su enfermedad seguirá empeorando, se encontrará a medio camino entre la vida y la muerte y en uno de los delirios que sufrirá oye como alguien le dice que no quiere que se muera. Un hecho este que le hará replantearse su vida.
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