Santa Teresa de Jesús: la mística que revolucionó el Siglo de Oro Español [1]

Primera parte de un homenaje a la gran poeta mística Teresa de Ávila.

Teresa de Ávila

 
 

El 28 de marzo celebramos un nuevo aniversario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, también conocida como Teresa de Ávila. En Poemas del Alma hemos preparado un miniciclo de tres capítulos en el que te hablaremos sobre su importante legado, y deseamos que sirva como una entusiasta invitación para que la leas.
 
 

Santa Teresa de Jesús: rebelde de su tiempo

El 28 de marzo de 1515 nació en Ávila una de las figuras más influyentes de la espiritualidad cristiana: Teresa de Cepeda y Ahumada, conocida mundialmente como Santa Teresa de Jesús o, simplemente, Teresa de Ávila. Su vida y obra marcaron un hito en la historia de la mística y la reforma religiosa en España, debido a su gran ambición estética que la llevó a desafiar las normas establecidas consiguiendo elevar la poesía místico a un nuevo nivel.

Siendo todavía niña, Teresa demostró un carácter de gran envergadura y el impulso de seguir el camino que le mostrara su intuición. Sin embargo, al crecer en el seno de una familia ultrareligiosa se vio empujada a una espiritualidad encorsetada por la religión cristiana. No obstante, más adelante, cuando consiguiera convertirse en monja exploraría la fuerza del deseo y las posibilidades de la palabra a través de una poesía mística que toma los elementos propios de la religión para dotarlos de una nueva significación, erótica y laica. Ése fue, seguramente, el gesto de mayor osadía de Teresa, sobre todo si tenemos en cuenta que escribió en una época en que a las mujeres no les estaba permitido empuñar la pluma.

Pero antes de eso tendría que atravesar momentos de represión viéndose obligada antes de cumplir los veinte años de ingresar en el convento de las Carmelitas de la Encarnación en Ávila. No había otra alternativa para las mujeres de su tiempo: casarse o volverse religiosas. Formas distintas de un mismo y tremendo mandato: servir a los hombres. Su nueva forma de rebelarse ante las normas fue somatizando la angustia a través de severos problemas de salud que la llevaron a abandonar temporalmente la vida conventual. Durante su convalecencia, experimentó un proceso de conversión profunda que transformó su visión de la fe y la llevó a buscar una vida más austera y centrada en la oración. Este momento fue crucial para el desarrollo de su poesía, puesto que articuló la experiencia carnal como parte de la experiencia religiosa y consiguió encontrar en lo terrenal lo religioso.

Teresa de Ávila

Teresa de Ávila demostró desde pequeña tener un carácter firme

La escritora mística de singular voz

El legado de Teresa de Ávila en la literatura es incalculable: consiguió reformar la orientación del lenguaje místico y simbólico y presentar nuevos horizontes de encuentro con la palabra. Sus obras, como El libro de la vida, Camino de perfección y Las moradas, combinan una profunda experiencia mística con un estilo cercano y directo.

A través de sus escritos, narró sus visiones, sus luchas internas y su concepción de la relación entre el alma y Dios, con una claridad y vivacidad que la convierten en una de las grandes escritoras del Siglo de Oro español. Basta acercarse a sus poemas para reconocer en ellos una voz única, donde la sensibilidad de la experiencia humana y la del lenguaje están constantemente en plena comunicación. Construyó a lo largo de su obra una gran cantidad de simbolismos propios que le sirvieron para conectar el trabajo de toda su vida.

Su capacidad para plasmar en palabras su experiencia espiritual y dotar esta faceta abstracta de carne la ha convertido en una voz inigualable de la poesía mística. En torno a su figura, otra cosa asombrosa, se reúnen estudiosos y estudiosas de diversas disciplinas. Teología, filosofía y literatura intentan llegar al fondo de su voz singular. Su lenguaje sencillo y apasionado acerca lo trascendental a lo cotidiano, consiguiendo que religiosos y ateos admiren sus palabras y las hagan propias.

Santa Teresa de Jesús falleció el 4 de octubre de 1582 en Alba de Tormes. Sus restos descansan en el Convento de las Carmelitas Descalzas de esa misma localidad, donde pasara sus últimos días. Una poeta con una visión extraordinaria del lenguaje y de las posibilidades de la poesía, cuya luz sigue brillando más de cinco siglos después.

Teresa de Ávila

Teresa de Ávila, la gran poeta de la mística del Siglo de Oro



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