Respecto al poema de Hilborn y el Trastorno Obsesivo Compulsivo

Me gustaría decir que no sé que es el Trastorno Obsesivo Compulsivo, conocido normalmente como TOC, pero no puedo. Cuando te acercás a alguien que lo padece te das cuenta de que no es nada sencillo de superar. Cuando empatizás con esa persona, sabés que no se trata de que no desee salir de esa situación (¿a quién puede gustarle una vida en constante alerta?) sino que realmente no tiene posibilidades de salir de ello.

Respecto al vídeo viral sobre el poema de Neil Hilborn, quien asegura padecer este trastorno, he deseado escribir esta nota. Es mi pequeño homenaje para esas personas que sufren este trastorno y que intentan vivir lo mejor posible, pese a ello.

¿En qué consiste el Trastorno Obsesivo Compulsivo?

La neurosis obsesivo compulsiva es un trastorno de ansiedad muy común en personas que tienden a estresarse con facilidad.

Aunque no se conocen del todo sus causas, muchos especialistas argumentan que puede ser la consecuencia de una infección cerebral de la primera infancia o incluso de ciertas anomalías cerebrales provocadas por un deficiente desarrollo fetal.

Se trata de una enfermedad crónica, que puede tratarse con antidepresivos y otros medicamentos que ayudan a reducir el estrés y la ansiedad; sin embargo, aunque haya períodos mejores que otros, no desaparece. De hecho, es difícil que exista un período totalmente libre de los síntomas propios de este trastorno.

Los rituales que realizan las personas con TOC (sus compulsiones) no les producen placer, pero sí los ayudan a aliviar los pensamientos ansiosos. Los mismos pueden ocupar muchas horas de sus días y, en muchas ocasiones, les impiden llevar una vida normal (trabajar, estudiar, relacionarse) debido al excesivo nivel de angustia y estrés que los controla.

El momento en el que se diagnostica puede variar en cada persona, pero en la mayoría de los casos tiene lugar durante la adolescencia o después de un hecho contundente y traumático (como puede ser un abuso sexual). Si bien los síntomas pueden aparecer y desaparecer temporalmente, nunca lo hacen del todo; por lo que, una persona con este trastorno debería llevar de por vida un tratamiento contra la ansiedad, como sucede con toda enfermedad crónica.

El poema viral de Hilborn

Cuando leí la nota sobre Neil Hilborn que salió en todos los medios, me emocionó pensar que alguien pudiera afrontar este problema a través de la poesía. Aunque no me parece raro, para muchos la poesía puede ser un medio de salvación mucho más terapéutico que cualquier tratamiento médico.

No obstante, cuando vi el vídeo y me encontré con ese poeta exponiendo de forma teatral su obra, tuve mis dudas. El poema no me emocionó, a diferencia de lo que pude notar había provocado en el resto de las personas. Es más, me pareció una especie de burla hacia esas situaciones en las que se ven envueltos los TOC a diario y de las que no les es tan fácil salir. Sí, puede resultar satisfactorio leer el final del poema:

Suena romántico y tierno. Sin embargo, no creo que pueda reflejar una acción efectuada por un TOC. Este hecho que puede parecer nimio, como dejar una puerta abierta o la luz encendida,puede ser una barrera infranqueable para un TOC. Y, me atrevería a decir que ninguna persona por mucho que ame puede conseguir derribarla.

Siento curiosidad por Neil. Me gustaría conocer el trasfondo de su vida; me gustaría saber qué tan TOC es y qué pasa cuando se baja del escenario y ya no tiene que representar ese personaje. Cómo se enfrenta a un grupo grande de personas desconocidas sin escuchar voces o sin que lo persigan pensamientos torturantes.

A decir verdad, no me creo su poesía; es decir, no me creo que sea un TOC que escribe poesía. Aunque, debo reconocer que como actor parece magnifico, ha conseguido convencer a millones de personas a lo largo de todo el globo. Creo que supo encontrarle la vuelta al anonimato, ahora todo el mundo habla de él, incluso yo. Todo el mundo se encuentra emocionado por sus palabras y se siente admirado por la fuerza para superar su enfermedad, eso me sorprende.

Me pregunto ¿alguien de todo ese mundo ha conocido a alguien con este trastorno o ha leído sobre él? Si no lo han hecho, les recomiendo que lo hagan. El TOC no es curable; a lo sumo pueden bloquearse los pensamientos obsesivos pero esto no significa que no puedan volver en otro momento de nuestra vida. Y me parece una falta de respeto reírse de algo que condena muchísimas vidas a reincidir en situaciones desesperadas sin poder hacer nada por evitarlo.

¿Puede el amor salvar del TOC?

Dice Hilborn:

Es extraño. A la mayoría de personas que padecen este trastorno les ocurre lo contrario. Cuando se encuentran en una situación extraña, los tics y las obsesiones se acrecientan.

Debo decir que sí estoy de acuerdo con él cuando dice que cuando sufrís este trastorno no existen los momentos callados; porque incluso cuando estás en silencio te persiguen preguntas como: ¿cerré las puertas? ¿podré caminar por ahí sin contagiarme? ¿me lavé las manos? ¿habré entrado las plantas? (en cada persona los actos compulsivos varían).

En su presentación, Hilborn se ve como alguien que conoce la forma de portarse de una persona con este trastorno, aunque me resulta difícil creer que él lo tiene. Me niego a creer que el amor sea la solución a los problemas obsesivos; al contrario, una situación como esa, solo podría generar un nivel de estrés mayor en el enfermo, por lo que me parece irreal el final del poema.

Hilborn se licenció en Escritura Creativa de Macalester College en los (EE.UU) con muy buenas notas, por lo visto; y es uno de los llamados «poetas callejeros» más populares de toda la red gracias a su presentación en el Concurso de Macalester Poetry Slam, donde leyo este popular poema. Cabe mencionar que también es fundador de una revista literaria y dirige talleres de poesía en diversas escuelas.

A decir verdad, me dio la sensación de que se trataba de una burla para las personas con este trastorno y por eso quise escribir este artículo. Sí, es cierto: con el poema consigue conmoverte; pero solo a nivel literal, porque parece interesante la forma en la que utiliza la analepsis. Y podría ser un buen poema si dijera que empatiza con personas que padecen este problema y encara la escritura de un modo más franco. Pero si está intentando engañarnos porque de ese modo conseguirá más adeptos, me parece una táctica nefasta.

De todos modos, no voy a hacerle la cruz, asumo que puedo equivocarme y que mi creencia de que el amor no mueve montañas sino que consigue que se hagan más altas, puede ser una de las razones por las que me cuesta creer que un trastorno tan delicado y frustrante para quien lo sufre, como lo es el TOC, pueda aliviarse con una experiencia amorosa.

No creo que el amor pueda salvar del TOC. A lo sumo la poesía podría ayudar a poner en palabras las experiencias, aunque ciertamente sería recomendable exponerlo frente a un público más respetuoso, que no riera de la forma en la que lo hicieron con Hilborn.

No es gracioso, nada gracioso que alguien se encuentre torturado por sus obsesiones. Decididamente, me niego a creer que Hilborn sea un TOC, porque tanta teatralización no me parece posible en una persona con estas características. La vida no siempre es divertida tiene cosas que no lo son y de las que es injusto reírse o mofarse. Les dejo el vídeo para que saquen sus propias conclusiones.