En este artículo deseo desarrollar de forma escueta algo que siempre me ha producido mucha curiosidad al leer a Fédor Dostoyesvki, el lugar que ocupa la culpa en la conciencia de algunos de los personajes más emblemarios de su obra.
Analizaré algunos personajes de las obras más famosas de este autor ruso, intentando llegar al fondo del asunto, de una forma rápida, dado que no tenemos tanto espacio para extendernos.
Crimen y Castigo
Esta es sin lugar a dudas, la obra que por excelencia tiene a la culpa como protagonista. Se trata de una de las grandes novelas de Fédor y en ella pueden encontrarse tres temas fundamentales: el homicidio, las problemáticas fundamentales del machismo (la imposibilidad de una mujer inteligente y llena de vida de prescindir del matrimonio y llevar una vida feliz) y las idas y vueltas a las que el ser humano se ve expuesto debido a los misterios de su mente.
En «Crimen y castigo» es donde más se puede analizar el sentimiento de culpa, pero nos quedaremos tan sólo con dos personajes: Rodia y Sonia.
Rodia, Rodion Romanovich Raskolnikov, el personaje principal que considera que hacer una buena obra es matar a la usurera que obliga a los estudiantes a malvender sus joyas por conseguir unos pocos kopeks para vivir. Planea matarla, totalmente convencido de que eso es justo y que él tiene el deber de hacerlo. Pero cuando finalmente lo hace su mente comienza a jugarle malas pasadas, delira, sufre alusinaciones, y todo eso producto de la culpa que lo carcome. De hecho el castigo que se menciona en el título tiene que ver con ese calvario al que se ve expuesto por sí mismo, en su conciencia quien lo castiga, y a partir de ese momento intentará por todos los medios de expiarse de esa culpa.
Sonia Semyonovna Marmeladova es la hija de Marmelodov, un borracho que se siente agobiado por la culpa pero que sin embargo no deja de beber ni consigue ayudar a su hija a sostener a la familia. Sonia, es uno de los personajes más nobles de esta historia, al incluirlo Fédor realiza una reflexión acerca de la prostitución y la verdadera pureza de las almas.
Sonia es una chica sumamente servicial y trabajadora, que se desvive por su familia, pero en ese dejar la piel por los otros se olvida de sí misma, he aquí el sentimiento de culpa metido de forma casi imperceptible en este personaje. Se siente en la obligación de cuidar de su padre y de sus hermanos, sienta la culpa del mundo sobre sus hombros, la misma que obliga al padre a emborracharse diariamente, con dinero que no sobra, a ella la lleva a ir a trabajar cada noche ofreciendo su cuerpo a cambio de dinero; en este punto puede entenderse la culpa desde dos ópticas, como una razón para darse por vencido y ceder frente a las adversidades, o arriesgandolo todo, intentar que otros no sufran por lo que el personaje considera que le corresponde a él.
Los hermanos Karamázov
En «Los hermanos Karamázov» se hace presente un crimen y los consecuentes sucesos al mismo, donde se ven involucrados tres hermanos frente a su padre (el asesinado). Durante la trama intenta desvelarse quién ha sido el culpable de la muerte, siendo por momentos casi obvio y revirtiéndose sobre el final de forma fantástica.
La culpabilidad se apoya sobre los hombres tanto de Iván como de Dimitriev Karamásov y eso intenta dejarse bien claro, debido a que ambos tenían intención de matar al padre.
En esta obra no se trata a la culpa como concepto sino al sentimiento de culpa que se instala en la mente de las personas, que lleva por ejemplo a que Dimitri no pueda convencer al jurado de su inocencia.
Dostoyevski hace un análisis también de la caridad cristiana, de que todos somos responsables de todos, por todo y ante todos, refiriéndose al verdadero sentimiento de fraternidad entre los seres humanos, pero dejando claro que es una utopía ya que el ser humano no consigue hermanarse con los de su misma especie.
El sentimiento de culpa de Fédor
En toda la obra de Dostoyevski se puede notar a un hombre atribulado. En «El jugador» aparece la imagen de ese tipo absolutamente atormentado por la vida que se vuelca en el juego como única forma de aliviar un poco su alma, aunque luego de jugar el sentimiento de culpa es tan grande que se siente infinitamente miserable. El problema es que salir de esa situación es practicamente imposible pues se ha convertido en un círculo vicioso que lo manipula sin respiro.
¿Era Fedor un hombre que se sentía culpable? Posiblemente. Por la muerte dudosa de su padre, por haberlo odiado, así como también es probable que cargara con el fallecimiento a causa de la tubercolosis de su madre.
La vida de Fédor no fue nada fácil y el sentimiento de culpa no sólo se encuentra presente en sus obras de ficción, también en obras como «Diario de un escritor», escrito en forma literaria pero que consiste en una especie de diario personal y ensayo literario. Esto permite pensar que el autor se sentía en verdad atormentado por su pasado y necesitaba a través de las obras expiarse de ese sentimiento de culpa que no le permitía ser feliz.
Sin lugar a dudas, la culpa es algo inherente al ser humano, no sólo a los seres religiosos, aunque suele estar relacionada con ella, posiblemente proviene del estado de consciencia, de la capacidad del ser humano de sentirse responsable de algo que no puede cambiar y que lo atormenta desde que es consciente de ello hasta posiblemente el día de su muerte.
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