Hoy 4 de febrero se cumplen veinte años del fallecimiento de una de las escritoras más importantes dentro del género del suspense. Nos estamos refiriendo a la autora estadounidense Patricia Highsmith, conocida por novelas de la talla de Extraños en un tren (1950) o Las dos caras de enero (1961).
Esas obras son símbolos de la bibliografía de aquella pluma. No obstante, no hay que pasar por alto que también lo es su famosa saga Ripley, que, como su propio título indica, gira en torno a la enigmática figura de Tom Ripley. Este es un hombre carente de moralidad que vive como estafador y que destaca por tener una inteligencia más que notable, lo que le hace ascender socialmente sin que nunca sea detenido por ninguno de sus delitos, ni siquiera por asesinato.
Tal es el magnetismo que desprende ese personaje que fue llevado a la gran pantalla y que protagonizó varias novelas:
El talento de Mr. Ripley. En el año 1955 se publicó esta narración, la primera en la que aparece el citado estafador. Así, la historia arranca con este viviendo en Nueva York y pasando ciertos apuros económicos, lo que le hace tomar una decisión: aceptar el encargo que le ha realizado el magnate Herbert Greenleaf y que no es otro que viajar a Europa para conseguir que su hijo (Dickie) regrese y se haga cargo del negocio familiar.
Tom viaja así a Italia y allí lo que hace es, mediante engaños y mentiras, crear una gran amistad con el joven y con la novia de este. Sin embargo, Dickie pronto se cansará de la presencia constante de aquel, por lo que decidirá mantener distancias. Una situación que hará que el protagonista no sólo se sienta decepcionado sino también que saque a la luz sus más sucias argucias, porque esa es la manera de que pueda mantener el ritmo de vida que ha conseguido.
La máscara de Ripley. En 1970 fue cuando Patricia Highsmith tomó la decisión de publicar esta novela, que arranca con el suicidio de un importante pintor. Una muerte que sobrecoge al mundo del arte y que despierta una auténtica pasión por adquirir algunas de sus obras, que alcanzan precios estratosféricos.
Esa locura lleva a que rápidamente empiecen a agotarse los cuadros que dejó y es ahí donde Tom Ripley decide actuar. Para ello empezará a falsificar algunos y a extender el rumor de que en realidad el pintor sigue vivo y está escondido en México. Así será cómo sus bolsillos se llenarán de importantes sumas de dinero, lo que despertará el recelo de un comerciante de arte.
El juego de Ripley. 1974 fue, por su parte, cuando llegó al mercado el tercer libro sobre el personaje que nos ocupa. En este caso, se encuentra viviendo de manera muy cómoda junto a su esposa. Pero eso no impedirá que pronto se vea envuelto en una nueva trama delictiva, más exactamente en el crimen de varias personas.
Tras los pasos de Ripley (1980) y Ripley en peligro (1991) son las otras dos novelas que completan la serie de suspense creada por Highsmith sobre este singular estafador totalmente amoral.
Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.