En este 2017, y concretamente ahora en marzo, se está conmemorando el 75 aniversario del fallecimiento de uno de los más grandes poetas de la literatura española del siglo XX. Nos estamos refiriendo al valenciano Miguel Hernández, conocido por trabajos como Viento del pueblo (1937) o El rayo que no cesa (1936).
Su poesía fue quizás lo que le dio más reconocimiento. No obstante, no podemos pasar que también hizo sus incursiones en el mundo del teatro. Tanto es así que llevó a cabo la escritura de obras dentro del ámbito de la dramaturgia que son sencillamente hermosas y con una gran carga social.
¿Quieres descubrir algunas de las más significativas? Te las presentamos a continuación:
Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eres
En el año 1933 fue cuando se llevó a cabo la creación de este trabajo, publicado un año después, que tiene el honor de ser la primera obra teatral que dio forma este autor nacido en Orihuela. Da comienzo cuando un niño pierde su inocencia debido a la tentación de carne. Una circunstancia esta que le llevará a tener que redimir su culpa trabajando y ganándose el sustento con el trabajo.
A partir de ahí el público asiste también a cómo el varón asesina a un pastor y a cómo tendrá que aprender a asumir las consecuencias de sus actos y a saber arrepentirse de los mismos.
Los hijos de la piedra
En el año 1935 está datada esta otra obra teatral de Miguel Hernández, que es calificada por los expertos en literatura como un hermoso ejemplo de trabajo del autor dentro del teatro social.
Y es que viene a reivindicar el importante papel del obrero, al tiempo que se lamenta de lo que son los daños y abusos que el patrón comete sobre el mismo. Eso lo hace a través de la figura de dos pastores que viven una hermosa historia de amor, hasta que entra en escena un señor que no duda en hacer uso de su fuerza y su posición para abusar de la joven.
De ahí que el enamorado no solo no dude en hacer justicia por lo ocurrido sino que se convierte en un líder para los mineros que están siendo subyugados, que están teniendo que hacerle frente a una situación laboral deplorable.
El labrador de más aire
En el año 1937 fue cuando Hernández procedió a realizar y publicar este otro trabajo que, sin embargo, no se estrenaría hasta la década de los años 70. Hay que exponer que sigue en la línea de la obra anterior, ya que viene a atacar de manera directa lo que son los abusos de los señores a sus trabajadores, la marcada diferencia de clases o las ansias de poder.
Todo eso lo hace a través de una serie de personajes que trabajan en el campo dejándose la piel para poder ganarse un mísero sueldo con el que sustentar a sus familias. Mientras, los “amos” se llenan los bolsillos. De ahí que alguno de los protagonistas intente convertirse en líder del resto de los compañeros en pro de unirse en contra de los abusos de aquellos. Sin embargo, frente a su actitud combativa y a favor de la justicia, la mayoría es conformista.
Además, tampoco podemos pasar por alto que a través de unas historias de amor entrelazadas se viene a dejar caer como incluso determinadas señoritas no están dispuestas a dejarse llevar por la pasión ni a ver más allá de la indumentaria de un hombre, solo porque este no pertenece a su estrato social.
¿Conocías estos trabajos de Miguel Hernández?
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