Comenzamos la semana con un texto para nuestro Taller Literario. En esta ocasión analizaremos los usos de los adjetivos «susceptible» y «factible», y luego de
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Usos y significados de «susceptible» y «factible»
Vamos a comenzar este artículo repasando dos términos que no siempre utilizamos correctamente. Son: «susceptible» y «factible».
El término «susceptible» es un adjetivo que se refiere tanto a algo que puede ser afectado por una acción como a una persona que es fácilmente ofendida. Por lo tanto, no es apropiado usarlo como sinónimo de «vulnerable» o «expuesto».
En el diccionario de la lengua española el término «susceptible» tiene dos acepciones:
Esto significa que sirve para hacer referencia a algo o alguien que puede ser objeto de una acción o a alguien que se ofende fácilmente. Pese a que las normas están claras, en los medios de comunicación son frecuentes ejemplos en los que este adjetivo se usa como sinónimo de «proclive», «propenso», «predispuesto» o incluso «vulnerable», «sensible» y «desprotegido»; según nos lo señala el Diccionario panhispánico de dudas, estos usos son incorrectos.
Se cree que la gran influencia del inglés cuyo término ‘susceptible’ tiene estos sentidos podría estar afectado nuestra lengua. Otra situación en la que no es correcto su uso es para expresar que una persona o cosa tiene más probabilidades que otra de experimentar algo, en ese sentido significa simplemente que es posible que lo experimente pero no señala probabilidad.
A partir de ahora es importante prestar atención para no cometer errores como este.
El término «factible», por su parte, se define así:
Esto significa que este adjetivo no es sinónimo de «susceptible», y tampoco puede intercambiarse en todos los contextos con «posible». Si recordamos que «susceptible» significa que algo puede experimentar una determinada acción, entendemos que no significan exactamente lo mismo, aunque sí, en ciertos contextos se puede reemplazar un adjetivo por otro.
Es frecuente el uso de «factible» en lugar de «posible» pero no siempre es adecuado. Si lo que queremos decir es que es posible que algo se realice podemos intercambiar los términos, pero no así cuando el sentido de la oración tiene que ver con la probabilidad de que ocurra algo.
Teniendo en cuenta estos consejos intentemos evitar errores como los siguientes.
Conjugamos el verbo «agriar(se)»
Pasemos a otro tipo de palabras: los verbos. Vamos a centrarnos en el verbo «agriar(se)», de tipo transitivo, y algunas de sus conjugaciones que no siempre utilizamos adecuadamente. Este término tiene un sentido literal y otro figurado, tal como lo revela el Diccionario de la lengua española.
El verbo «agriar(se)» es uno de esos ejemplos especiales de nuestra lengua, puesto que puede conjugarse como el verbo «enviar» y también como «anunciar»; de este modo decimos que «algo se agría» pero también que «algo se agria».
Teniendo en cuenta esto, no se puede censurar ninguna de las dos formas, porque ambas son correctas, aunque es evidente que tendremos que decantarnos por una y utilizar la misma a lo largo de todo el texto en el que la usemos para evitar confusiones.
Y hasta aquí llegamos en este repaso de palabras y escritura correcta en nuestro idioma.