T.S. Eliot y la magia del teatro

Sin duda, hablar de T.S. Eliot (Thomas Stearns Eliot) es hablar de uno de los más ilustres poetas dela Literatura Universal del siglo XX, de ahí que incluso recibiera el Premio Nobel en el año 1948.

Pero el autor de obras poéticas como La tierra baldía (1922) o El libro de los gatos habilidosos (1939) también utilizó su inspiración y su buen hacer para crear trabajos en otros géneros como, por ejemplo, en el teatro. Así, aunque sea menos conocido su papel en el ámbito de la dramaturgia, es reseñable de la misma forma la calidad de sus páginas en el mismo.

Una de las obras teatrales de Eliot que más éxito cosechó en su momento fue Asesinato en la catedral. En el año 1935 fue cuando vio la luz este relato que giraba entorno a un caso real: el asesinato en 1170, por orden del rey Enrique II, de Thomas Beckett que era Arzobispo de Canterbury.

En él se cuenta como dicho personaje, tras volver de un exilio en Francia, regresa a Inglaterra dispuesto a tomar parte en el conflicto que enfrenta ala Iglesiay al Estado para lograr así un entendimiento entre ambas partes. Pero sus propuestas serán difíciles de llevar a cabo pues cada uno de los sectores citados tiene sus propios intereses y sus objetivos.

 

A pesar de todo intenta desarrollar sus planteamientos lo que hará que pronto se convierta en un estorbo para el mencionado monarca que decide acabar con la vida de Beckett. Así, durante un oficio religioso en el que este está realizando un sermón en el púlpito es golpeado hasta la muerte por los nobles enviados por el rey.

Un hecho este, llevado a cabo ante los ojos asombrados del pueblo llano, que propiciaría que el mencionado Arzobispo de Canterbury se convirtiera en uno de los santos dela Iglesia.

Nuevos éxitos teatrales

Tras el éxito cosechado por Eliot con esta obra, se animó a seguir trabajando en el género y así surgiría poco después otro trabajo de gran calado: Reunión de familia, que fue publicado en el año 1939.

El cumpleaños de Harry, un joven viudo tras morir su esposa en su naufragio, es el punto de partida de este relato en el que se cuenta como un amplio conjunto de personajes se reúnen para festejar el regreso de aquel tras su desgracia y también su aniversario. Sin embargo, lo que parecía ser una reunión agradable se tornará en un evento de lo más trágico.

Y es que en dicha cita, el protagonista se muestra cansado de la vida rutinaria y asqueado de la felicidad y simplicidad de la existencia de sus invitados a los que acaba confesando que fue él quien tiró a su esposa por la borda de un barco. Pero no será la única revelación de la velada pues la tía de este, Ágata, aprovecha la ocasión para reconocer abiertamente que en el pasado mantuvo una relación con el padre de Harry.

Además esta mujer incluso llega a admitir que su amante llegó a pensar en asesinar a su esposa para poder vivir felizmente.

Todo este conjunto de informaciones dejan asombrados a los presentes que asisten también a la huida del personaje central quien se marcha sin decir a donde se dirige, dejando a su madre sumida en la más profunda tristeza lo que finalmente provoca su muerte.

A estas dos obras teatrales habría que sumar, sin duda alguna, Cocktail Party (1949) pues también gozó de un gran éxito en el momento de su estreno. Una obra que gira entorno a la figura de un matrimonio y a los amantes del mismo. Dolor, celos, pasión y búsqueda de felicidad son los temas que aborda en este trabajo T.S. Eliot, el gran poeta y el exquisito dramaturgo.



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