Desde que trabajo en Poemas del Alma recibo muchos mensajes y comentarios preguntándome por talleres de escritura. Para responder a la demanda de los lectores de este sitio he preparado un texto sobre tres talleres de escritura creativa que me han resultado muy interesantes. Dos de esos talleres los dan personas que conozco y a las que he leído y recomiendo (Ronaldo Menéndez, María Medrano y Liliana Cabrera), el otro aunque no lo conozco en persona sí doy fe de que es un taller que ofrece buenos resultados. Espero que quienes estén interesados no duden en indagar en ellos y se sumen a esta preciosa rutina de escritura que a algunos nos hace tan felices.
3 cosas que esperar de un taller de escritura
Internet ha permitido la ampliación de los clásicos talleres presenciales en formato online. Pero, así como ocurre con las edición independiente, también se le ha abierto la puerta a una gran cantidad de personas que no se hallan preparadas y que timan a los que caen en sus garras. Por eso, antes de anotarse en un taller, les recomiendo que estén atentos y averigüen bien qué se les ofrece y, a ser posible, pidan referencias, textos de recomendación o lo que sea para evitar que unos estafadores socaven sus ilusiones de escritura.
Para saber si un taller de escritura es bueno conviene revisar detenidamente qué espacio ocupan en su programa los siguientes tres puntos.
1) Aprendizaje de la lectura crítica. Muchos talleres se enfocan en la lectura de los textos de los alumnos y ofrecen una nimia aproximación al universo de la literatura, y aunque sin duda, la mejor forma de aprender a escribir es sentándonos frente a la hoja en blanco y pues eso, escribir; con eso basta. Es fundamental adquirir un hábito lector crítico que nos permita ahondar en lo que los libros no dicen, entender más allá de lo superficial. Por eso, un buen taller de escritura debe contener una suculenta base de lecturas.
2) Lectura de textos teóricos sobre los diversos géneros. Un taller de escritura no nos enseña a escribir: eso está claro, pero sí puede ofrecernos una orientación para ser capaces de manejar el lenguaje y entablar una relación íntima y personal con él. Un taller de escritura creativa puede ayudarnos a adquirir la rutina de escritura, tan necesaria para mejorar en esta disciplina (bueno, y en cualquier actividad que deseemos tomarnos en serio). Además, nos permite fijar y asimilar conceptos vinculados a las formas de contar de cada género literario y conocer nuestra personal forma de decir.
3) Comentarios de los monitores sobre nuestros textos. Este es el punto fuerte de la mayoría de los talleres de escritura, pero de nada sirve si no viene acompañado de los otros dos ingredientes. Un alumno que recibe una buena base de los manejos del lenguaje podrá discutir con certeza junto a su monitor sobre sus propios textos; si no tiene esa base, posiblemente lo que derive de ese taller sea una serie de textos que se amoldan al estilo de quien haya dictado el curso.
Billar de letras (Madrid)
Es muy difícil separar los talleres de escritura de España de los nombres Ronaldo Menéndez, Natalia Alonso y Jaime Buedo Alarcón, pilares del proyecto Billar de Letras, donde plantean una serie de cursos de escritura que aluden a la importancia de lo lúdico en la creación literaria.
En Billar de Letras hay varios talleres online; me centraré en el de Escritura Creativa ya que propone una diversidad de textos que pueden ser sumamente útiles para lanzarse a la lectura crítica: Jorge Luis Borges, Edgar Allan Poe, Augusto Monterroso, Philip K. Dick y Peter Sterling, son algunos de los interesantes nombres que fluyen de este programa cuyos objetivos son dos: ofrecer a los alumnos un espacio de lectura crítica e imponerse la rutina de la lectura y la escritura.
Pienso que aún si de aquella experiencia no salen publicando o si descubren a mitad de camino que la escritura no es para ustedes, al menos habrán entendido que en la literatura también hay espacio para lo lúdico y que «jugar a escribir en serio» puede ser algo sumamente divertido.
Pueden obtener más información sobre este y otros talleres a través del formulario de contacto de Billar de Letras.
Casa Tomada (Sevilla)
Este taller se lleva a cabo en la librería Casa Tomada de Sevilla, un hogar maravilloso para los libros en los que se realizan muchísimas actividades literarias a lo largo del año. Entre ellas se encuentran varios talleres de escritura presencial, y uno del que podemos participar todos de forma online.
Este curso se caracteriza por ofrecer una propuesta de lectura con su respectivo ejercicio semanal. Cada alumno tiene una semana para hacer «la tarea», la cual es revisada y devuelta con comentarios de los monitores del curso.
Por supuesto cuenta también con una jugosa lista de lecturas. Nathaniel Hawthorne, Emilia Pardo Bazán, Clarice Lispector, George Saunders y Ana María Shua, son algunos de los numerosos nombres que surgen del programa. ¿A que pinta interesante?
Este taller se realiza desde octubre hasta junio y se puede acceder a más información sobre él a través de la web de la librería.
Escrituras salvajes (Buenos Aires)
Cuando Liliana Cabrera me contó que con María Medrano estaban preparando un taller de escritura online me pareció una maravillosa idea. Son dos voces muy interesantes, que además tienen algo diferente que ofrecer: la escritura enlazada a la revolución social. Y será éste un taller auténtico que se distinga de los demás.
Este curso se divide en cuatro módulos de cuatro encuentros virtuales cada uno, los cuales se alimentan de lecturas de poemas, de textos técnicos y de audiovisuales. Entre los autores que han seleccionado se encuentran algunos nombres imprescindibles de la literatura argentina como son Leónidas Lamborghini, Juana Bignozzi, Fogwill, Gonzalo Millán y Bárbara Belloc. Y también artistas de otras nacionalidades, como Henri Meschonnic, Nicanor Parra, Enrique Verástegui, Antonin Artaud y Jonas Mekas.
Sin duda, esta puede ser una excelente oportunidad para practicar nuestro espíritu crítico tanto en lo que respecta a la escritura como a la sociedad. Un ida y vuelta del mundo real a la ficción, que podría ofrecernos buenos resultados.
Liliana Cabrera y María Medrano son los puntales de la Organización Política y Social Yo no fui, que trabaja desde hace una década generando un espacio de debate y trabajo en torno a la realidad del sistema penitenciario y ejercen de puente entre la realidad del afuera y el adentro de la cárcel de mujeres de Ezeiza. En lo que respecta a la literatura, las dos son poetas y tienen varios libros publicados. Aprovecho también para contarles que pronto publicaré una nota sobre la poesía de ambas y la impresionante labor que hacen en Yo no fui. ¡Estén atentos!
Comentarios2
Buen artículo para todos los interesados en iniciarse el fantástico mundo de las letras. Aunque no es mi intención, sobre todo, por la falta de tiempo, creo que no vendría mal cada cierto tiempo inscribirte en un curso de estas característica y saborear sus contenidos. Un abrazo, Tes.
Seguro que sí, Rapsódico. Y, la verdad, cualquiera de estos tres me parece recomendable.
Un abrazo y gracias por leerme. 🙂
Muy amena la reseña. Interesante y estimulante
Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.