El teatro de la literatura española del siglo XX es una disciplina que adquirió enorme éxito y mucho seguimiento entre los diversos estratos sociales. Y todo gracias al buen hacer de los autores que demostraron su valía para crear historias cercanas, llenas de encanto y con personajes tan queridos como odiados. Unos de esos escritores fueron los Hermanos Machado (Antonio y Manuel), nacidos en Sevilla, quienes legaron a las generaciones venideras un conjunto de piezas teatrales de gran valía.
El binomio formado por estos dos hermanos ha sido uno de los mejores de la historia de la literatura, lástima que la Guerra Civil en España lo separará al situarlos en bandos diversos con ideologías opuestas. De no haber sido así, quizás hoy la bibliografía conjunta de ambos sería mucho más extensa.
Una de las primeras obras y de las más conocidas de ellos es Juan de Maraña que fue publicada en el año 1927. En ella realizan una representación actualizada de la figura del Don Juan Tenorio de José Zorrilla. En este caso, el protagonista es el trío amoroso formado por Juan de Maraña, la inocente Beatriz y la malísima Elvira.
En este trabajo se puede observar como los sentimientos consiguen hacer cambiar a cualquier persona. Así, la mencionada Elvira que nos es presentada como la asesina de su marido acaba arrepintiéndose gracias al papel jugado por su “don Juan”. Y Beatriz, por su parte, que comenzó siendo inocente y que entrega a Maraña su virginidad por amor, acabará asesinándolo ante el temor de que otra mujer pueda tenerlo entre sus brazos.
De tres en tres
Otro trío amoroso es también el eje central de una de las piezas teatrales más famosas de los hermanos Machado: La Lola se va a los puertos (1929).
Los vértices del triángulo son Lola (una preciosa cantaora de flamenco), Don Diego (rico hacendado) y José Luis (hijo de Don Diego). El padre verá a la joven como un capricho al que quiere conseguir a toda costa pero el obstáculo que se encontrará será el sentimiento que nacerá entre su hijo y la artista.
Tres son también las figuras entorno a las cuales gira la obra La prima Fernanda que vio la luz en el año 1931. En este caso se cuenta como la tranquila vida de un matrimonio (Leopoldo y Matilde) se rompe cuando aparece en escena el personaje que da nombre al libro. Una mujer que alterará su sosiego pero también la pasión del esposo quien verá con otros ojos a la recién llegada.
Está claro, los hermanos Machado entendían que las historias triangulares daban mucho juego. Por eso volvieron a repetir la fórmula en La duquesa de Benamejí (1932). La noble que da título al trabajo es la protagonista del mismo en el que encontrará el amor en la figura del bandolero Lorenzo Gallardo.
Pero la felicidad de ambos se truncará cuando una gitana enamorada de aquel decida acabar con la vida de la mujer que le está robando a su hombre.
El amor es el que marca todas estas piezas teatrales de los Hermanos Machado, pero aquel se presenta en todas sus posibles formas: apasionado, egoísta, loco, embrujado,…Y a todos estos sevillanos consiguieron reflejarlo de manera exquisita.
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