Seguimos con los artículos sobre poesía. Espero que te estén gustando y sirviendo. Ya hemos hablado sobre los elementos principales de un poema, para qué sirven las pausas y los encabalgamientos y recursos literarios más usados en poesía. Y también te dejamos algunas opiniones de altísimos poetas.
Hoy vamos a jugar. Hablemos de recursos lúdicos que pueden ser sumamente interesantes en el trabajo poético.
Jugar – Crear
Aprender a escribir es más entretenido si nos valemos de los recursos lúdicos que hay a nuestra disposición. Si aprendiéramos a acercarnos a la poesía como si se tratara de un juego, sin duda, la poesía fluiría desde nosotros con mucha más energía.
En lo creativo es tan importante escuchar poesía, como leerla, para poder escribirla. Asistir a recitales puede ser una buena forma de entregarse a la escucha atenta de los sonidos para asociar imágenes y acercarse a lo poético desde lo musical y lo sonoro.
En el terreno de lo educativo, es sumamente importante combinar la enseñanza poética con actividades lúdicas. En este ambiente, los niños tienden a desinhibirse y tienen una mayor apertura para aceptar lo insospechado y comprender cosas que de otra manera no podrían. Es un excelente recurso contra la timidez y la idea del «yo no puedo». El juego incentiva a la acción y rompe con todas las barreras que se van construyendo íntima y socialmente en el individuo.
Pero lo lúdico no sólo es para los niños o quienes recién están empezando, suponen un terreno amplio y maravilloso para explorarse y comprobar nuestra capacidad creativa y creadora. Por eso es tan importante apostar por ellos.
Juegos para ejercitar el lenguaje poético
A continuación veremos algunos de los juegos más interesantes para trabajar con la palabra poética.
Uno de los recursos lúdicos más interesantes y provechosos para la escritura son los juegos con palabras. A través de ellos se pueden ejercitar tanto la sonoridad y el ritmo de los versos como su organización y composición.
Palabras y fraseos
Entre los juegos de palabras tenemos los que se basan en trabajar con palabras crecientes y decrecientes. Por ejemplo, comenzar con una letra e ir agregando sílabas hasta formar palabras, ubicándolas de tal modo en el verso que se cree la sonoridad que esperamos. Por ejemplo: a, ma, roma, aroma (creciente). Belisa, Elisa, Lisa, Isa (decreciente).
Otro juego de palabras es el desplazamiento de letras, de una frase a la siguiente, intercambiando los lugares de las consonantes, por ejemplo: tasca-casta. También se puede probar encontrar palabras que, invertidas, resulten idénticas (capicúa) o que dentro contengan otras palabras más pequeñas (palabras valija), como puede ser Camaleón: cama, león, ama, leo, mal, le.
Otra excelente alternativa para ejercitar el decir poético es la creatividad con el lenguaje. Inventar abecedarios, por ejemplo, es un recurso fabuloso: explorar las posibilidades plásticas de los sonidos y de las letras modificando su sentido o su forma. Y, a partir de ahí, componer poemas o frases.
Sonidos y formas
Otro juego interesantísimo consiste en tomar una copla popular y cambiarle palabras, sin romper la estructura métrica. De este modo, podemos trabajar en la sonoridad y en el manejo del ritmo de un poema ya establecido, para aprender nuevas formas de trabajo poético.
La quimera es, para muchos, uno de los grandes recursos para aprender a trabajar lo poético. Consiste en tomar cuatro poemas de autores conocidos y trabajar en uno nuevo tomando algo de cada uno de ellos. De uno la estructura, de otro los sustantivos, de un tercero los adjetivos y del cuarto los verbos. ¿Qué cosa maravillosa puede salir?
Los encadenamientos seguramente gozan de muchísima popularidad, porque ofrecen una interesante versatilidad al decir poético. Consiste en usar el final de un verso para comenzar el siguiente, construyendo estrofas que se van enganchando unas con otras. Un gran maestro de este recurso fue Rafael Alberti.
Pero sin duda, los caligramas, son uno de los grandes recursos para la poesía que todos debemos explorar alguna vez. Se trata de componer versos y poemas dispuestos de una determinada manera, para crear formas y estructuras que gráficamente signifiquen algo. La forma del poema se relaciona con el tema, dotándolo de impulso.
La poesía invita al juego, a la expresión artística en todo su caudal. Así que, ¿por qué resistirte? Prueba alguno de estos recursos y disfruta de escribir divertidos poemas.
Comentarios1
¡Súper interesante este tema estoy encantada con estas publicaciones literarias. Una vez más...Gracias!
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