El terror en el cuento latinoamericano

El género de terror latinoamericano ha ido ganando espacio en el mundo del cuento en las últimas décadas. Autoras como Valeria Correa Fiz, Mónica Ojeda o Lilina Colanzi nos invitan a mirar mejor la realidad a través de territorios narrativos donde lo posible converge con lo fantástico. Pero ¿quiénes estuvieron antes? Ésta es la pregunta que siempre tenemos que hacernos para entender mejor lo que leemos, lo que se está escribiendo. El horror de lo doméstico se abre paso en la literatura contemporánea y nos deja nuevas e inconfundibles voces, que vienen a reafirmar ese trabajo insistente con lo oscuro que caracteriza a la literatura latinoamericana.

Silvina Ocampo y Valeria Correa Fiz

Intento escribir para explicarme y explicar una cosa que me llama mucho la atención. En los últimos años se ha intentado hacernos pensar que las escritoras del pasado no se ocupaban del horror, que el llamado gótico latinoamericano es una innovación de nuestro tiempo. Y estas afirmaciones derivan de la ignorancia. Desde tiempos antiquísimos las mujeres hemos estado interesadas en lo que subyace a la realidad, el horror del machismo contribuye a que nos interesen otras realidades. Pensando en esto he traído un repaso brevísimo, y todavía contemporáneo.

El horror puede estar en lo desconocido, pero en la literatura latinoamericana escrita por mujeres lo más interesante es el desconcierto doméstico. Desde que leí «Orfandad» de Inés Arredondo he quedado totalmente entusiasmada con ella. En sus cuentos encontramos una visión bifocal sobre la realidad, lo que encierra el desamparo, a lo que expone la falta de contención. Esto también está muy presente en los cuentos de Silvina Ocampo, que es seguramente la mejor escritora argentina de este género. En sus cuentos entramos en las casas de las protagonistas para asistir al horror del silencio, de los secretos familiares, y a las relaciones de poder que son el nicho perfecto para entramar terror.

El terror psicológico de la Ocampo lo encontramos muy bien en otra autora argentina deslumbrante, Valeria Correa Fiz. Sus cuentos combinan ternura y desequilibrio, amor y violencia, de una forma imposible. En los cuentos de Correa Fiz los personajes se encuentran en un momento decisivo de sus vidas, a un paso de la adultez, y este elemento le sirve a la autora para plantear excelentes símiles con las fronteras entre lo real y lo fantástico. Creo que es una autora que ha entendido muy bien la tradición y que sabe trabajar con ella.

Amparo Dávila y Liliana Colanzi

También voy a traer aquí los cuentos de Amparo Dávila. Hay un libro fabuloso que acaba de publicar Páginas de Espuma, Cuentos reunidos, que nos permite comprender la hondura del relato gótico en la voz de esta escritora. En sus cuentos también el acontecimiento dramático y terrorífico tiene lugar en el seno de la familia, en la casa, en la puerta de al lado, y esas situaciones extraordinarias dejan desamparadas a las protagonistas que se ven empujadas a hacer cosas que nunca pensaron que fueran capaz de hacer.

En ese territorio se encuentran también los cuentos de Liliana Colanzi, ganadora del VII Premio Ribera del Duero: Ustedes brillan en lo oscuro (Páginas de Espuma), un cuentario fascinante y tan oscuro como vitalista. En el caso de Colanzi encuentro algo que me parece muy interesante y que en los otros casos pasa más desapercibido: el interés por la historia. Sus personajes habitan un territorio que está a mitad de camino entre lo real y lo fantástico y donde la relación con la tierra y la herencia juega un papel fundamental. De alguna manera podríamos decir que la autora recoge historias íntimas que revisan la herencia y ponen en palabra situaciones y miedos que en general pasan desapercibidas para la literatura.

El relato de terror latinoamericano tiene su tradición. La herencia de las escritoras anteriores se vuelve visible gracias a varias cuentistas contemporáneas que han sabido abrazar y trabajar con excelencia la literatura desde ese lugar. Mantener viva la tradición renovándola es el gran reto de toda escritora. Conocer la tradición y reconocerla en las nuevas voces es el gran desafío que tenemos las lectoras. Nuestra responsabilidad es saber encontrar esos pasadizos entre la literatura contemporánea y la tradición para poder hacernos una idea general y precisa de todo lo que implica el género y quiénes han contribuido con su engrandecimiento a lo largo del tiempo. Porque sin genealogía no hay historia de nuestra literatura.

¿Has leído a estas autoras? ¿Tienes alguna escritora favorita dentro de la literatura gótica o literatura de terror latinoamericana?