Comenzamos la semana profundizando en torno al uso de las palabras en nuestro idioma. Aquí les dejo un texto que hace mucho tiempo que tenía ganas de escribir: la primera parte de un par de artículos sobre el uso de los gerundios en español.
Desde hace tiempo me quejo por la forma en la que a causa de la influencia del inglés nos expresamos en nuestro idioma. Cada vez que entro en alguna de las redes sociales populares me encuentro con fotos que vienen acompañadas de epígrafes construidos partiendo de un gerundio; tales como «cocinando una torta» o «pensando en volver» o similares. Estoy convencida de que este uso no puede ser aceptable en nuestro idioma y he estado buscando información fehaciente para demostrarlo.
El gerundio es una forma verbal con carácter adverbial que se define en el diccionario de la RAE como una «forma invariable no personal del verbo, cuya terminación es -ando, -iendo o -yendo«. Se utiliza para dar cuenta de algo que está sucediendo en el mismo momento en el que ocurre el verbo principal de la oración o que ha sucedido con antelación.
Para que el uso del gerundio sea correcto debe cumplir las siguientes tres condiciones:
1) Funcionar como adverbio o como verbo.
2) Expresar una acción anterior o simultánea a la del verbo principal.
3) El sujeto del gerundio debe ser el mismo que el sujeto del verbo principal. En verbos de percepción física, el sujeto debe corresponderse con el complemento directo del verbo principal de la oración.
Existen diferentes tipos de gerundio. Pueden clasificarse por el tipo de sujeto que representan, por su relación con el verbo principal de la oración o por la función que cumplen en dicha oración. Veremos cada uno de estos tipos a continuación.
Tipos de gerundio según el tipo de sujeto
El gerundio se forma de dos maneras posibles según el tipo de sujeto que le acompaña: si es propio o si lo comparte con el sujeto que realiza la acción principal.
Cuando el sujeto es compartido con el verbo de la forma personal el gerundio recibe el nombre de conjunto o concertado. Se presenta en la frase separándose con comas de la parte principal de la oración, ya sea porque se escriba delante o entre medio del sujeto y el verbo fundamental. En el caso de que se coloque al final, puede prescindirse de la coma.
Cuando el gerundio tiene un sujeto propio recibe el nombre de concertado o absoluto. En este caso, aunque forme parte de la oración principal, el sujeto vinculado al gerundio no se corresponde con el sujeto de la oración principal ni con el complemento directo. Este tipo de gerundio siempre se escribe entre comas para separarlo correctamente del resto de la oración.
Gerundios simples o compuestos
Por otra parte los gerundios también pueden clasificarse en simples o compuestos.
El gerundio simple se caracteriza por indicar una acción que sucede de forma simultánea a la acción del verbo principal. El gerundio compuesto contiene una acción que ocurre con anterioridad al momento de la acción del verbo principal.
En algunos casos el gerundio puede modificar al complemento directo de algunos verbos; esto ocurre por ejemplo con los verbos de percepción y representación. En estos casos el gerundio sirve para extenderse con valor temporal.
Los verbos de percepción son aquellos en los que el sujeto se enfrenta a su entorno y lo conoce a través de sus sentidos. Algunos ejemplos pueden ser: observar, escuchar, encontrar. Por su parte, los verbos de representación, son aquellos a través de los cuales el sujeto puede manifestar su visión de aquello que le rodea o siente. Entre ellos podemos citar: representar, pintar, escribir, dibujar, imaginar, etc.
En otros casos, el gerundio puede modificar al complemento indirecto; esto ocurre en las oraciones que se forman con la estructura [tener/dejar + OD + gerundio]. En estos casos es importante que el gerundio se coloque lo más cerca que se pueda de la palabra a la que está modificando para evitar ambigüedades.
Es importante que siempre recordemos que el gerundio siempre debe manifestar una acción ocasional y no un estado o una transformación lenta. En estos casos es conveniente emplear un adjetivo o una oración relativa.
Incorrecto: «Desde la ventana vimos un árbol floreciendo«.
Correcto: «Desde la ventana vimos un árbol floreciente, florido o que florece«.
Clasificación de los gerundios según su valor en la oración
El valor del gerundio puede ser no sólo acompañar a un verbo principal sino también colaborar como auxiliar en una perífrasis verbal. Así mismo, de acuerdo a la función que tienen en la oración pueden recibir diferentes nombres:
Gerundios de modo: son aquéllos que sirven para explicar la forma en la que se realiza la acción.
Gerundios de tiempo: tienen lugar en el mismo momento que la acción principal; su función es expresar que ambas acciones tienen lugar en el mismo tiempo.
Gerundios de continuidad: son aquéllos que señalan que una oración tiene lugar a lo largo del tiempo, que permanece o tiene continuidad.
Gerundios de anterioridad: la acción del gerundio tiene lugar antes que el verbo principal de la oración.
Gerundios de condición: establecen una condición que debe cumplirse para que tenga lugar la acción principal de la oración.
Gerundios de causalidad: sirven para explicar las razones por las que ocurre algo.
Gerundios con valor explicativo: Sirven para mejorar la comprensión ofreciendo una aclaración a la oración.
De momento vamos a dejarlo por aquí. En el próximo artículo sobre los gerundios nos meteremos en los usos incorrectos que se hacen de este tipo de palabra. ¡No se lo pierdan!
Comentarios7
Buen artículo que nos enseña a crecer. Muchas gracias.
Profundo artículo sobre una forma verbal que tendemos a utilizar incorrectamente, Gracias, Tes.
muy bueno y practico para le aprendizaje.
¡¡Aprendiendo que es gerundio!!
Estupendo artículo para mejorar nuestra escritura. Gracias
Echo de menos ejemplos que ayuden a comprender cada punto.
Un gran artículo, sencillo y practico de comprender. Gracias.
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