«Todos los hombres del rey», de Robert Penn Warren

Hoy voy a saltearme la reseña porque quiero traerles otra entrega de nuestro desván de los libros perdidos. En este caso se trata de «Todos los hombres del rey», de Robert Penn Warren, una novela que creo que nadie debería dejar escapar.

Breve sinopsis de la obra

Esta es una de las novelas políticas más importante del siglo XX. En ella Robert Penn Warren nos presenta a Willy Talos, una figura poderosa con una personalidad peculiar que consigue mantenerse en un sitio de poder valiéndose de la corrupción y el chantaje. Pero Talos no siempre fue así. Proviene de una familia muy humilde y con grandes esfuerzos ha conseguido convertirse en abogado en un pueblo humilde. Cuando surge la oportunidad de presentarse a las elecciones para gobernador de la localidad, no lo duda. Y aunque consigue el puesto con muchísimo esfuerzo, más tarde, una vez que se ve allí arriba, comienza a ser vencido por las fuerzas de la ambición y se convierte en un personaje odiado y temido.

De este modo, Talos pasa de llevar una vida humilde a detentar un gran poder y rodearse de personas, a las que les exige estar de su lado. Todos los hombres que le rodean descubren que la única forma de mantenerse junto a Stark es aprobando todas sus ideas y manteniéndose al margen de los asuntos de estado. Sus objetivos, sin embargo, no son despreciables: desea defender a las clases humildes, lucha por una vida más equilibrada entre clases. Pero sus métodos de llevar a cabo este objetivo son absolutamente cuestionables.

Esta novela se publicó por primera vez en 1946 y le otorgó a Warren el Premio Pulitzer de ese año. Años más tarde volvió a alzarse con este premio (en 1957 y en 1979), de hecho es el único escritor que ha ganado este premio con un libro de poesía. En sus libros intentó reflejar las costumbres y tradiciones del mundo sureño y hay una constante conversación con la vida de su infancia y la política.

Aunque «Todos los hombres del rey» es una novela de temática política permite reflexionar en torno a la forma en la que las personas nos relacionamos con el poder desde nuestra esfera privada hasta el espacio público.

Los puntos a destacar de la novela

Decía que es una de las grandes novelas del siglo pasado. No obstante, es importante señalar que, al igual que le ocurre a otras obras de corte político que intentan mostrarse de una forma absolutamente abarcativa, esta parece estallar de personajes y acciones y, por momentos, resulta un poco densa. Evidentemente todo depende de los gustos literarios de cada uno. Por eso, si eres de esos lectores ansiosos que quieren saber lo justo y necesario y evitarse los rodeos, quizá esta no sea una novela recomendable para ellos. De todas formas, cualquier amante de la novela americana histórica ya está acostumbrado a estas características en la novela.

Uno de los grandes aciertos de Warren reside en la elección del narrador. Toda la novela se haya contada por Jack Burden, uno de los ayudantes de Talos, que proviene de una aristocrática familia que ha perdido su estatus por diversos reveses de la vida. La mirada-voz de Burden es impactante: consigue que nos zambullamos de forma rotunda en la historia y que no podamos dejarla. Además, el narrador hace el esfuerzo de incluirnos en el acontecer de las páginas; nos interpela, nos confiesa… y así, la lectura se vuelve totalmente satisfactoria.

«Todos los hombres del rey» era una novela que no quería dejar de traer a nuestro desván de los libros perdidos porque creo que en ella Warren trabaja perfectamente esa débil línea que unifica lo personal con lo colectivo, y se pasea sin titubear por ese terreno que deja en evidencia que la política también se inmiscuye en nuestra vida privada, y sólo entiendo nuestras relaciones a través de pactos y reflexiones podremos ser capaces de guiar-conducir mundo.

Si te ha gustado, no dejes de echarle un vistazo a otros títulos publicados en este ciclo del desván de los libros perdidos, tales como «La naranja mecánica», «Las uvas de la ira» o «Los mutilados», entre muchos otros.