Trucos para una buena entrevista

Esta semana en Poemas del Alma tendremos el gusto de encontrarnos con el escritor Andrés Neuman así que debemos prepararnos como la ocasión lo amerita. Y, para evitar que nuestra entrevista sea un desastre, he estado recordando los detalles a tener en cuenta en este tipo de intercambios.

En la web Media Helping Media hay una serie de consejos de la escritora Jaldeep Katwala que me han resultado por demás interesantes. Aquí les comparto algunos de ellos.

Busca la espontaneidad

Una de las mayores dificultades que presenta este tipo de interacción es la conservación de la espontaneidad.

Tratándose de un encuentro previamente anticipado suele suceder que las entrevistas terminan siendo algo tan aburrido que el interlocutor sólo puede pensar en una cosa: en que se termine de una vez por todas ese ping pong de preguntas y respuestas. Pero, claramente no queremos eso, por lo que evitar llegar a dicha circunstancia debe ser uno de nuestros mayores objetivos.

Mantener la frescura todo lo que podamos, a fin de causar no una buena impresión, sino la sensación de que el tiempo no pasa, hará que el entrevistado disfrute del encuentro y pueda respondernos con más tranquilidad. Y, debemos recordar que, el único modo de conseguir esto es que también nosotros disfrutemos.

Katwala explica que es necesario mantener el asombro y el interés de nuestro interlocutor, por lo que no es recomendable anticiparle las preguntas. Quizás sí, darle una idea general de lo que se conversará para que pueda prepararse, pero cuanto menos sepa, mejor, así podrá responder con mayor espontaneidad. Si le mostramos nuestras preguntas antes de la charla, podrá prepararse y el diálogo quedará sumamente forzado.

Es importante informarse detalladamente acerca de quién es la persona a la que entrevistaremos. Ver o escuchar otras entrevistas puede ser sumamente útil; de este modo, evitaremos preguntarle otra vez lo mismo que le han preguntado mil personas antes que nosotros.

La puntualidad, expresa Katwala, es fundamental. No podemos dejar a nuestro entrevistado esperando, claramente. Y tampoco debemos olvidarnos de nuestro equipo: herramientas para grabar o escribir la conversación y cámara de fotos.

La espontaneidad es importante; sí, casi tanto como la amabilidad. Nuestro entrevistado ha dejado otras cosas a un lado para dedicarnos unos minutos, procuremos que sienta que ha valido la pena y que sepa que nos sentimos agradecidos por haber escogido pasar un rato con nosotros.

El control de la conversación

Cuando nos hablan de control nos ponemos paranoicos; la idea de que exista alguien que domine a otra persona nos aterra. En periodismo la palabra control es fundamental; no sobre los otros sino sobre la información. Cuando entrevistamos a alguien debemos dejar que parezca que el control lo tiene la otra persona, pero sin perderlo.

Cuando estamos entrevistando a alguien tenemos que tener bien claro qué deseamos preguntar para poder tener el control de la conversación y que esta tenga un hilo y un sentido. De lo contrario tocaremos cientos de temas y no sacaremos nada en concreto.

Y, otra cosa sumamente importante: lo que nosotros pensamos no es relevante; estamos ahí para captar la atención del entrevistado y dejar que él se exprese, intentemos focalizar nuestra atención completamente en él, razonar sobre lo que nos plantea e intentar que se sienta a gusto. Él es el protagonista, no nosotros.

El orden de las preguntas es importante. Y, según Katwala conviene que preguntemos lo más importante al comienzo de la entrevista. Por otro lado, debemos procurar que nuestro entrevistado se sienta cómodo; intentemos que nuestras preguntas no lo lleven a sentirse mal y tengamos siempre presente la gran diferencia que existe entre los términos: conversación y confrontación.

Preguntas básicas en el periodismo

Las preguntas básicas de toda investigación y, por ende, de toda entrevista son: ¿Quién? ¿Qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Por qué? También tenemos que recordar que siempre conviene hacer preguntas cortas. Si mareamos a nuestro interlocutor con una extensa exposición, no sabrá bien qué responder y la entrevista se volverá una mezcla indescifrable de temas inconexos. La brevedad y la claridad son dos cualidades que se aprecian doblemente en este género.

Por otro lado, dar espacio a nuestro entrevistado para que se exprese con libertad es fundamental; para ello tenemos que escucharlo con atención y no estar esperando que termine la pregunta para preguntarle algo que no tiene nada que ver. Los silencios también son necesarios en estos diálogos, para que las palabras penetren y nos ayuden a guiar la conversación a buen puerto.

Y, lo más importante: el proceso de transcripción. Reescribir las palabras del interlocutor según nuestro parecer o sacar las respuestas de contexto es uno de los peores vicios de los entrevistadores: evitemos caer en ese error. ¡No seamos mentirosos!

10 consejos de Chris Harper

Chris Harper es otro conocedor del género de las entrevistas; también nos ha ofrecido su lista de las cosas más importantes a tener en cuenta antes de entrevistar a un personaje público. Aquí reúno los 10 consejos que me han resultado más útiles.

1. Investiga a tu personaje y prepara una lista extensa de posibles preguntas.
2. Haz una pregunta a la vez.
3. Escucha al entrevistado.
4. Analiza el trabajo de los entrevistadores que admiras.
5. Si utilizas las redes sociales, pide ayuda a tus seguidores. Un “¿Qué le preguntaría al señor X?” puede ser muy útil.
6. Graba siempre, así tendrás más claras las respuestas.
7. Recuerda que hacer una entrevista no es ingresar a un ring de box.
8. Las preguntas cortas son mejores que las largas. No confundas a tu entrevistado.
9. Ten en cuenta que no eres un juez sino un entrevistador.
10. Intenta mantener el control de la situación.

A todas estas sugerencias sólo me resta agregar una «Disfruta de ese encuentro y procura que el entrevistado haga lo mismo«. Y hasta aquí nuestro artículo de hoy. Seguiré preparando las preguntas para la entrevista del jueves teniendo en cuenta estos trucos.