Twitter no hace literatura pero la alimenta

Twitter no hace literatura pero la alimenta

Cuando alguien escribe un nuevo mensaje en su cuenta de Twitter se dice que colgó un tuit o trino.

Aunque la segunda forma de llamarlo parece más literaria y, teniendo en cuenta el logo de esta red social tiene más sentido en nuestro idioma, la primera acepción es la que se ha vuelto más popular, por obvias razones.

Pero no me quiero ir de tema, por interesante que parezca este; hoy quiero hablar sobre el uso de las redes sociales, particularmente Twitter, y la literatura.

Desde hace una década las redes sociales han copado todos los rincones de la vida, convirtiéndose en verdaderos universos en los que se comparten opiniones y las personas se comunican.

Se trata de un espacio donde navega un constante flujo de información que nos envuelve y que, nos obliga a tomar una decisión: tener una cuenta o no tenerla. Dependiendo de nuestra forma de entender o no entender esta herramienta tomaremos una u otra decisión.

Los autores y Twitter

Algunos autores aseguran que prefieren tener una idea por año para plasmar en un libro que 20 al día para compartir en Twitter. Otros, prefieren subirse al tren (¿o sería más preciso decir que prefieren colocarse alas?) e ingresar en ese universo tan diferente al que vivimos y que a la vez lo complementa.

Algunos utilizan Twitter con el deseo de mantenerse informados o comunicados de forma simultánea con todo el mundo. Por otro lado, a muchos les permite mantenerse al día con lo que a su literatura respecta. Si sus libros circulan, si gustan, si los lectores tienen algo para decir de ellos, etc.

Twitter no hace literatura pero la alimenta

Pero sería de necios decir que Twitter no modificó la literatura, en un mundo donde la literatura fragmentaria ocupa cada vez un espacio más amplio. ¿Esto es bueno o malo? ¿Todo tiene que ser blanco o negro? Creo que hay muchas cosas positivas que nos permiten las redes; nos ayudan a asociar ideas de forma rápida y nos obligan a tener una opinión respecto a la realidad. Además, nos llevan a poner en palabras lo que para nosotros implica la literatura.

Cuando leemos el tiempo parece que se detiene, mientras que cuando nos encontramos utilizando las redes, parece acelerarse. Esto me parece sumamente interesante y he leído una frase de Andrés Hax que me ha parecido sumamente fantástica para entender la importancia de un buen libro y lo lejos que están las redes en volverse un medio para hacer literatura. Dice:

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Twitter no hace literatura pero la alimenta

Pese a todo, no podemos negar la gran repercusión que han tenido nuevos espacios de microficción, tales como «Tweet art» y la importancia cada vez más relevante de esta herramienta. No obstante, muchos estudiosos de la lengua afirman que la importante decadencia del lenguaje se debe a ese uso instantáneo y obligatorio de las redes, porque el hablante lleva a su red su competencia o incompetencia lingüística, consiguiendo que otros se formen sin ningún tipo de conocimiento de las reglas gramaticales y ortográficas y que cada vez el lenguaje se reduzca más: desapareciendo los ques, los acentos y las haches.

Así como ocurre con el libro digital, no creo que sea necesario estar a favor o en contra de las redes, lo que debemos entender es para qué sirven y si particularmente a nosotros nos aportan algo que pueda ayudarnos a crecer como personas y como escritores.

Desde ya, considero que el uso de Twitter es mucho más interesante que el de Facebook, donde el egocentrismo y el narcisismo llega a límites inimaginados. En Twitter las protagonistas son las palabras, casi no hay imágenes.

Twitter no hace literatura pero la alimenta

Y en ese punto puede acercarse a la literatura y, bien empleado, puede convertirse en una forma interesante de compartir ideas e información.

Por otro lado, coincido con Hax que no es posible crear literatura en Twitter, aunque sí enriquecer nuestro trabajo, al comprender de qué forma se comunican las personas en esta era y hasta qué punto las redes sociales no son un reflejo de lo que para nosotros parece cobrar mayor importancia cada vez: lo simultáneo, lo volátil, lo superficial.

Creo que acercarse a las redes sociales es una buena forma de entender cómo se construye nuestra sociedad y decidir si estamos dispuestos a que nuestra vida se convierta en un suceder constante de palabras fugaces e imágenes irrelevantes que lo único que consiguen es que quememos minutos, horas y días de nuestras vidas en su menester.

Twitter no hace literatura pero la alimenta

Comentarios1

  • Rapsodico

    No estoy dado de alta en Twitter. Completamente de acuerdo con Andrés Hax y también contigo, Tes.
    Espero que mi ego y mi narcisismo no lleguen a ser insoportables en Facebook 😉 no obstante, intuyo que más tarde o temprano apareceré por Twitter y me gustaría saber de que va Tweet art



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