Volver a Louisa May Alcott parece indispensable; porque es una autora que no ha sido leída con el respeto que se merece y porque en sus historias se encuentra la semilla de un feminismo peleón, que procura ir más allá de la lucha social, que apela a la fuerza del espíritu y a demostrarnos que lo máximo (o lo primero) que debemos buscar es la independencia moral y emocional de las mujeres. Hoy, en nuestro desván de los libros perdidos leemos «Un cuento de enfermera», su obra más gótica.
La mirada realista de Alcott
Alcott, que nació en Pensilvania el 29 de noviembre de 1832, se destacó como escritora, pero también supo construir más allá de lo literario, llevando una vida acorde a sus ideales y buscando el crecimiento espiritual. Su búsqueda la llevó a abogar por ideas abolicionistas e intentar imponer la reflexión en torno al sufragio universal. Dos temas que ocupan un lugar primordial en sus obras.
Entre los textos fundamentales de Alcott se encuentra «Un cuento de enfermera», que en España ha salido en Editorial Funambulista. Se trata de una historia llena de intriga y a la vez de realismo en la que la autora de «Mujercitas» plasmó las imágenes y situaciones que vio y vivió durante la guerra; cabe señalar su colaboración como ayudante de enfermería en Georgetown durante la Guerra de Secesión.
En «Un cuento de enfermera» nos encontramos en una mansión en la que vive una niña con una enfermedad desconocida y una familia peculiar a la que la vida la ha condenado poniendo en su camino una serie de situaciones trágicas e insoportables. Los Carruth guardan un secreto, la casa lo mantiene a cal y canto, y una joven, la cuidadora de la niña y protagonista de esta historia, decide averiguarlo cueste lo que cueste. Se lanza así en una carrera intensa y peligrosa que consiste en dar vuelta la historia de la casa y de la familia para descubrir el verdadero daño de la niña.
La enfermera como todos los personajes de Louisa, se encuentra creado con muchísimo acierto. Desde las primeras páginas consigues entenderla y hacerte una con ella, aferrándote a su propia mirada sobre el mundo. Al leer esta historia conseguimos empatizar enseguida con la búsqueda desesperada de la protagonista por entender la raíz del malestar del niña, que está convencida no tiene causas naturales. Sin duda un viaje que tiene muchas capas y que puede resultar absolutamente interesante.
La historia gótica de la enfermera
En «Un cuento de enfermera», Alcott se acerca al dolor de los combatientes y se vale de toda esa oscuridad para construir una historia de misterio y con detalles lúgubres. Cabe señalar que existe un libro mucho más intenso y apropiado para conocer su experiencia en la guerra, que lleva el título de «Apuntes del hospital», una especie de diario en el que vemos imágenes brutales de aquella época (el día a día de ayudar a los que ya no pueden ser ayudados). Digo esto porque en este cuento nos encontramos con una mirada bañada de ficción y fantasía, con bastante más luz, pese a las sombras que se yerguen sobre la inmensa mansión en la que tiene lugar la trama.
En la lectura notamos la inmensa decepción en la que fue cayendo Alcott; un poco a causa de las durezas de la vida, pero también por la forma en la que su trabajo fue recibido, y por ver lo difícil que resultaba cambiar la mentalidad de las personas de su generación. La construcción de una obra como «Un cuento de enfermera» es posible que respondiera a esas sensaciones de pérdida y desazón; a diferencia de otras historias de Alcott, en ella notamos una mirada oscura y casi pesimista de la existencia y del mundo.
En Alcott el deseo de alcanzar una realidad donde la igualdad y la libertad fueran moneda corriente se desprende de sus historias y nos lleva a admirar las muchas formas en las que intentó cambiar un mundo que sigue como entonces. Su valentía y su lucha la llevaron a dejarnos un legado literario reflexivo y combativo, fundamental para la formación de una teoría sobre el feminismo y sobre la historia. Sin duda estamos ante una autora fundamental, a la que todos deberíamos leer con detenimiento.
Hoy, en el aniversario de una de las escritoras más fascinantes de su tiempo, leerla y recordarla puede ser un acto de rebeldía. Es por eso que he querido recordarla en el desván de los libros perdidos en un libro diferente a todos aquellos que solemos recordar al pensar en ella.
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