«Un invierno en Mallorca», de Amandine Aurore Lucile Dupin – George Sand

Hoy se cumplen los 218 años del nacimiento de una de las grandes escritoras del siglo XIX, Amandine Aurore de Dupin, conocida más frecuentemente como George Sand, seudónimo que ella misma escogió para conseguir la visibilidad que sabía no conquistaría si utilizaba su nombre real, por ser mujer.

Vamos a recordarla con un repaso de su libro de viaje Un invierno en Mallorca.

Vida y obra de Aurore Dupin

Amandine Aurore Lucile Dupin nació en París el 1 de julio de 1804 y falleció en esa misma ciudad el 8 de junio de 1876. Fue una de las escritoras más populares de su tiempo y una de las madres del romanticismo. Firmó su obra con el seudónimo de George Sand y a ella le debemos algunos textos literarios inolvidables, como la novela de la que vamos a hablarte hoy: Un invierno en Mallorca.

En su obra Un invierno en Mallorca Dupin narra de forma ficcionada su romance con Frédéric Chopin. Se publicó por primera vez en 1841 como una novela por capítulos en Revue des deux mondes.

Cuando al pianista su médico le recomendó un cambio de aire para tratar una dolencia física que le venía aquejando desde hacía un tiempo, él y Aurore se fueron a pasar un tiempo a Mallorca, a la cartuja de Valldemosa. Lamentablemente las condiciones de su salud no mejoraron y poco después de su regreso, en febrero de 1839 le diagnosticarían tuberculosis.

De aquel viaje amoroso surgió la novela Un invierno en Mallorca, que serviría para dar a conocer esta tierra al resto del mundo. La autora presentaría así el paisaje de esta isla:

De este modo relacionaría esta contundente isla con aquellos paisajes que visitó a lo largo de su vida y que mucho impactaron en ella.

Algunos fragmentos del libro son ciertamente duros con los residentes mallorquinos. El estilo de vida conservador del lugar chocó con la forma libertaria y siempre alegre de la escritora que masculinizó su nombre y su vestuario para que el mundo le permitiera vivir como le daba la gana.

A lo largo del texto se desquita contra la censura que debe vivir a diario, por su comportamiento extraño para los mallorquinos. Sin embargo, en sus memorias, escritas y publicadas mucho tiempo después reconocerá que no fue del todo justa con ellos.

También es razonable que se sintiera así porque incluso tuvo que protegerse durante sus paseos por el campo de ser apedreada. El propio Chopin no fue recibido como el músico que era, y ambos fueron expulsados de una casa por miedo al contagio de aquella extraña enfermedad que él tenía, que se creía que se trataba de tisis.

Pero hubo algo que fascinó profundamente a la autora: el paisaje. Y a lo largo de toda la historia podemos viajar a ese territorio y disfrutar de la naturaleza y de la relación estrecha que ella mantuvo con el lugar.

Un invierno en Mallorca es un relato de viajes sumamente interesante porque nos invita a visitar el lugar pero desde un relato íntimo, donde los acontecimientos personales se van cruzando con la realidad geográfica y permiten una interpretación peculiar e insólita. Este libro fue muy alabado en su momento y uno de los escritores que más ha ayudado con su difusión fue Robert Graves, que escribió un prólogo popular y la describió como la gran escritora del siglo XIX.