Una obra teatral de Marta Brunet

 
 
Un nuevo aniversario de la magnífica escritora chilena Marta Brunet es una nueva ocasión para hablar sobre su fascinante obra. Hoy vamos a centrarnos en su faceta de dramaturga que aunque no es tan conocida fue sumamente interesante.

Vamos a analizar muy brevemente la obra Los huesos del espejo, que te recomendamos leer.

 
 

Marta Brunet: entre la tradición y la renovación estética

Marta Brunet fue una destacada escritora chilena cuyo gran aporte a la literatura fue renovar la tradición con un ejercicio literario contundente. Sus obras se enmarcan en diversos géneros, tales como la novela, el cuento, el ensayo y el teatro. Se hizo principalmente conocida por sus novelas, en las que explora los mecanismos de las relaciones humanas a través de la profundización en la psicología de los personajes: Es el género en el que más se destacó. Sus novelas suelen explorar temas de la vida rural chilena, las relaciones humanas y la psicología de sus personajes; Montaña Adentro es su novela más importante.

Nació el 9 de agosto de 1897 en Chillán, Chile, y falleció el 27 de octubre de 1967 en Montevideo, Uruguay. Pese a su origen chileno el haber nacido en una familia con ascendencia francesa y con cierto poder adquisitivo le permitió entrar en contacto pronto con otras culturas, y permitir que otras literaturas influyeran en su estilo. Se la considera una de las figuras fundamentales de la literatura latinoamericana del siglo XX.

Aunque pasó su infancia en el campo, en la región de Ñuble, pronto se mudó a la ciudad y no regresó al escenario de su infancia. No obstante, toda su obra tiene en el centro la vida rural, lo que explica la gran influencia que tuvieron sobre su obra aquellos primeros años. Estudió en Santiago de Chile y más tarde continuó su formación en Francia, donde entró en contacto con las vanguardias europeas de aquel momento. En 1923 publicó su primera novela, Montaña Adentro, que la puso en el escenario literario latinoamericano.

A lo largo de su carrera, Marta Brunet recibió numerosos premios y reconocimientos a lo largo de su carrera, como el Premio de la Sociedad de Escritores de Chile (en 1933) y fue la primera mujer en ganar el Premio Nacional de Literatura en Chile, en 1961, que marcó un hito impresionante en la cultura del país, ya que abrió el camino en un terreno dominado por los hombres, para que otras escritoras chilenas pudieran conseguirlo.

A través de su obra, Brunet exploró experiencias de la vida rural y jugó con una estética que parte del criollismo aportando una renovación del lenguaje sumamente destacada. De sus cuentos podemos destacar Cuentos para Maridos y Bestia Dañina, y entre sus ensayos, Papelucho: su lado espiritual, que explora de una forma auténtica y asombrosa al personaje literario más importante de la escritora Marcela Paz

A Brunet se le ha destacado su capacidad para abordar con acierto la realidad de las mujeres educadas en un ambiente conservador y rural, ofreciendo un retrato absoluto de la experiencia rural, con las dificultades y la dureza que esta vida suponen. Algo sumamente llamativo en ella, quien pese a ser una mujer de ciudad supo observar y contar con precisión la vida del campo. De hecho, muchos la clasifican como una «escritora rural» y destacándola por encima de muchos autores que escribieron sobre temas similares.

La escritura dramática de Marta Brunet

La escritura teatral de Marta Brunet fue menos conocida que su narrativa, sin embargo tiene algunas cualidades que la vuelven sumamente increíble. Vamos a centrarnos en su obra más significativa dentro de este género, Los Huesos del Espejo, publicada en 1947, en la que la autora vuelve sobre algunas ideas que la obsesionaban y que se asoman a casi toda su obra: los conflictos en las relaciones humanas.

Los huesos del espejo fue una obra teatral innovadora porque demostró la capacidad de la autora para tratar las relaciones humanas y el modo en que los conflictos de clase afectan los vínculos. A través de ella, la autora dejó en evidencia sus múltiples capacidades a la hora de tratar tramas teatrales. La obra explora las tensiones que se desarrollan dentro de un entorno familiar, reflejando la lucha interna de los personajes, sus deseos y frustraciones.

La autora da gran relevancia a los diálogos y desde ahí consigue plasmar la personalidad de los personajes y abordar temas complejos como el resentimiento, las relaciones de poder, las frustraciones potenciadas por las diferencias de clase. Es una obra que puede incluirse en la estética del realismo psicológico, caracterizada por la agudeza de los diálogos y las tramas realistas que, en su caso, permean un simbolismo profundo. Sin duda es una obra de teatro fabulosa que nadie debería desconocer.