Entre las muchas mujeres escritoras que han copado un importante lugar dentro de la historia de la literatura española del siglo XX estaría, sin lugar a dudas, la barcelonesa Carmen Laforet. Una autora que consiguió establecer un estilo propio e identificativo en todos y cada uno de sus libros, lo que le permitió ser reconocida con galardones tales como el Premio Nadal en el año 1944.
Un premio aquel que lo obtuvo precisamente por la obra que se convirtió en la más relevante y alabada de su trayectoria: Nada. Un trabajo que está considerado como la primera novela femenina de España.
La protagonista de este relato es la joven Andrea que, una vez que ha llegado a su fin la Guerra Civil, decide trasladarse hasta Barcelona para empezar una nueva vida. Sus estudios son el principal motivo que le lleva así a marcharse a vivir a casa de su abuela donde se topará de bruces con la realidad.
La realidad no es otra que en ella no encuentra la paz necesaria porque muchas son las personas que allí residen, sus cuatro tíos, y además la sociedad del momento está asolada por el hambre, el odio fruto del enfrentamiento bélico citado y la suciedad. A todo ello tendrá que hacer frente la protagonista y también a la actitud opresora que sobre ella ejerce uno de sus familiares.
Sin embargo, un rayo de luz aparecerá en su vida cuando conozca a Ena, una muchacha que le hará ir descubriendo otras caras de la vida.
Sociedad de posguerra
Precisamente ese descubrimiento vital que se le plantea a Andrea es también el que experimenta el personaje central en torno al cual gira otra de las novelas más importantes de la bibliografía de Carmen Laforet. Nos estamos refiriendo al libro que lleva por título La mujer nueva.
En el año 1955 fue cuando se publicó este trabajo que, sin duda alguna, fue una obra adelantada en su tiempo al reflejar una visión diferente y atrevida del mundo femenino. En concreto, en dicha narración se nos acerca a la figura de Paulina, una mujer de mediana edad que, cansada de la vida que lleva, decide dar un giro drástico en su existencia.
Así, se separa de su esposo y se independiza. Un piso de Madrid será el que se convierta en su refugio y también en la llave de un futuro lleno de felicidad y esperanza. Un camino el que toma que le llevará no sólo a descubrir la crudeza de la realidad que se está viviendo sino también situaciones que creía olvidadas como la pasión.
La posguerra española vuelve a estar presente en otros de los libros de la trayectoria literaria de Carmen Laforet y un ejemplo de ello es la novela titulada Al volver la esquina. Se trata de una novela póstuma pues se publicó en 2004 tras la muerte de la escritora.
En ella el protagonista es un pintor bohemio que decide virar su rumbo existencial y para ello empieza a compartir su vida con una singular familia que le deparará miles de cambios, y todo teniendo como telón de fondo una sociedad herida todavía por el horror de la guerra.
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