Miniciclo sobre Literatura Rusa. Parte cinco.
Hoy toca la quinta parte de este ciclo sobre literatura rusa. En el siguiente capítulo vendrán finalmente las 5 recomendaciones prometidas, pero necesitábamos ponernos en contexto y comprender el gran abanico de posibilidades que ha abierto la literatura rusa a este fascinante arte. Hoy veremos el período postsoviético que se caracterizó por la presencia de los exiliados y una literatura que se acercó más que nunca a la materia.
Si no has leído el capítulo anterior, puedes hacerlo aquí.
La escritura de los desplazados
Existen tres corrientes literarias rusas vinculadas a la emigración que resultan sumamente interesantes: la primera ola (de los desplazados durante la Revolución de Octubre de 191), la segunda ola (de los desplazados durante la Segunda Guerra Mundial) y la tercera ola (de los desplazados en los ochenta por ser disidentes soviéticos).
Este tipo de libros deben leerse desde otro lugar; la escritura de la extranjería tiene rasgos que no se desarrollan si no se vive esta experiencia. Por eso, antes de ponernos a hablar de la literatura rusa del período postsoviético habría que abarcar esta franja intermedia de desplazados que continuaron escribiendo desde diferentes lugares del mundo. Sus obras han servido para enriquecer rotundamente la literatura rusa de esta época. Y, sin embargo, como siempre ocurre, estos escritores son extranjeros en todas partes, también en Rusia.
Algunos de las países que los acogieron fueron Francia, Reino Unido, Estados Unidos y Argentina. Encontramos en estas tres olas literarias a autores como Zinaída Guippius, Piotr Krasnov, Dmitri Merezhkovski, Anna Prismánova, Joseph Brodsky, Serguéi Dovlátov, Irina Ratushínskaya y Vladimir Nabokov, entre otros.
De los años ochenta al presente
La literatura rusa del período postsoviético se caracterizó por una revisión de los hechos acontecidos desde la revolución en adelante para intentar entender mejor a la sociedad rusa. El hecho que marcó considerablemente esta etapa fue la disolución de la cortina de hierro que permitió el regreso de los exiliados a Rusia. La que se gestara como una literatura del exilio comenzó a cobrar fuerza y sentido en el territorio nacional.
Para señalar hechos históricos fundamentales habría que decir que la llegada de Mijaíl Gorbachov al poder marcó el inicio de una nueva era. Retiró las tropas de la Unión Soviética en Afganistán y terminó con la Guerra Fría. Al mismo tiempo caía el Muro de Berlín y el mundo intentaba reconstruirse después de años de conflictos interminables. Todos sus movimientos derivaron en la caída de la cortina de acero que impulsó la soberanía de los distintos estados que formaban el país. En 1980 se realizó una declaración de las soberanías que daba libertad a los países integrantes de independizarse de la Unión Soviética. En lo que respecta al contexto social, la guerra había dejado un alto índice de pobreza y sembrado la desesperanza en el pueblo. Y hay que comprender esto para acercarse a la literatura de este período donde hay un cierto pesimismo generalizado y un deseo de plasmar las atrocidades cometidas en el período soviético.
La literatura rusa de este período se caracterizó por la llegada del Conceptualismo a la poesía, donde se plantearon juegos de palabras que permitían de fondo una reflexión sobre la sociedad soviética. Asimismo, en el terreno de la narrativa, la Ciencia Ficción y la Fantasía tuvieron un gran eco en los escritores, ya que les permitían transformar la historia reciente en una realidad distópica o fantástica a través de la cual reflexionar sobre la condición humana. Existen en la actualidad maravillosos escritores rusos que trabajan estos géneros de forma alucinante.
Algunos nombres que destacar desde mitad del siglo pasado hasta el presente: Lev Rubinstein, María Vasílievna Semiónova, Serguéi Vasílievich Lukiánenko, Vladímir Gueórguievich Sorokin, Anna Starobinets, Liudmila Ulitskaya, Yanka Diáguileva, Tatiana Tolstaya, Víktor Astáfiev y Aleksandr Grómov, son tan sólo algunos.
Si te ha gustado este artículo, te invito a no perderte el próximo capítulo de este miniciclo sobre literatura rusa. Finalmente apuntaremos algunas lecturas que pueden ser tu puerta de entrada a la fascinación con la literatura de este país: 5 libros de literatura rusa. Espero que algunos de los nombres que han aparecido en este miniciclo te acompañen para siempre y, además, que esta lectura te haya ayudado a comprender un poquito mejor la historia del país y su estrecho vínculo con las letras.
Comentarios2
Interesante información sobre la literatura rusa
Muy buen artículo sobre literatura rusa. Gracias.
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