Los ávidos lectores de novela gótica seguro que tienen entre sus principales ídolos a V.C. Andrews. Una escritora norteamericana esta, conocida también como Virginia Cleo Andrews, que logró con este género un éxito enorme durante las décadas de los años 70 y 80 con varios de sus trabajos que incluso fueron llevados a la gran pantalla.
El terror y el propio miedo que viven las personas que se encuentran aprisionadas por su claustrofóbica situación familiar son dos de los principales elementos que hacen de los libros de dicha autora unos auténticos referentes en este tipo de literatura.
Sin duda alguna, una de las novelas más interesantes de Andrews es Flores en el ático, que vio la luz en el año 1979 y que es la primera entrega de una saga terrorífica que nos acerca a la vida de cuatro hermanos que son aislados del mundo al ser encerrados en un ático.
El amor entre familiares, en este caso entre dos primos, es el punto de partida de esta narración. En este caso ese sentimiento será el que dé lugar a que una mujer (Corrine) abandone su casa para casarse con un primo con el que tendrá cuatro hijos.
Pasado el tiempo, al fallecer el esposo, ella necesita recuperar no sólo su estabilidad personal sino económica por lo que decide actuar en consecuencia. Para ello lleva a sus vástagos hasta la mansión donde viven sus padres y allí los encerrará en el ático hasta que consiga ganarse el cariño de su padre (Malcom), que la repudió al casarse con su primo.
Ese encierro será el eje central de la historia. Cuatro menores que escondidos sufrirán todo tipo de penalidades, entre ellos los continuos ataques de su fanática y despiadada abuela (Olivia) y que irán descubriendo que básicamente lo que quiere su madre es acabar con sus vidas para así poder continuar ella con la suya.
Christopher Dollanganger Jr, Catherine y los gemelos Carrie y Cory son los cuatro hermanos que protagonizan esta saga que a nadie deja indiferente.
Tragedia y venganza en el seno de la familia Dollanganger
Pétalos al viento (1980) es la segunda parte de esta saga. En ella tres son sólo los jóvenes que la protagonizan pues uno de los mismos no ha conseguido sobrevivir al encierro. Ahora los supervivientes han logrado escapar de la mansión de sus abuelos en la que estaban aprisionados y lo que se desarrolla en las páginas de la novela es la venganza que los mismos urden contra su propia madre.
Una venganza que es la que se convierte en el pilar fundamental de sus vidas y en la que quien jugará un papel más destacado es Catherine que tendrá en sus manos herir a su progenitora donde más le puede doler: en el orgullo personal y en su corazón.
Un año más tarde llegó la tercera entrega de esta saga de V.C. Andrews: Si hubiera espinas. En ella los protagonistas son precisamente otros hermanos, los hijos de Catherine. Unos jóvenes que tendrán que enfrentarse a la vida teniendo como bagaje personal las propias vivencias, venganzas, remordimientos, amores y sufrimientos de su madre.
Semillas del ayer (1984) y Jardín sombrío (1986) son los libros que completan esta saga claustrofóbica en la que el terror llega de manos del ser humano. Y es que el hombre es capaz de convertirse en el más destructivo, cruel y despiadado ser vivo.
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