V Las mujeres en el Romanticismo

Miniciclo sobre el Romanticismo en el que hablamos sobre las autoras fundamentales de este movimiento.

Autoras del Romanticismo

El Romanticismo fue uno de los movimientos estéticos más transformadores de la historia. No sólo tuvo su influencia en la literatura; la pintura, la arquitectura y la ciencia también tuvieron sus representantes. En este miniciclo donde hemos hablado del origen del movimiento y sus fundamentos, de los antecedentes y hemos también mencionado algunos de los autores más destacados, vamos a presentarte hoy a aquellas mujeres cuyas obras contribuyeron ineludiblemente con el florecimiento de este importantísimo movimiento.

La escritura de mujeres en el Romanticismo

Como ya hemos explicado en los capítulos anteriores, el Romanticismo fue un movimiento cultural y artístico que dominó gran parte del siglo XIX. Además, además de ser un período de profundas transformaciones en la literatura, el arte y la filosofía, también fue un momento significativo para la obra de las mujeres: en él comenzaron a emerger muchas voces femeninas que conquistarían el mundo de las letras, desafiando las convenciones sociales y literarias de la época.

Aunque la escritura de las mujeres ha sido brutalmente silenciada a lo largo de la historia de la literatura, siempre han existido escritoras que supieron ingeniárselas para sobreponerse a ese silenciamiento. Durante el Romanticismo numerosas escritoras trabajaron por la revolución estética dejando obras ineludibles para la literatura universal. Después de haber sido relegadas durante siglos al ámbito privado, las mujeres encontraron en el Romanticismo un espacio para explorar y expresar sus emociones, deseos y cuestionamientos existenciales.

A través de la poesía, la novela y el ensayo, muchas escritoras no sólo contribuyeron con el desarrollo del movimiento, sino que también cuestionaron y redefinieron el papel de la mujer en la sociedad. Sus aportes fueron muy diferentes a los procesados por la literatura masculina y, con el tiempo, muchos de sus avances fueron endilgados a méritos de escritores con voz masculina, por eso hemos decidido dedicar un capítulo completo y exclusivo para hablar de ellas y analizar su manera de subvertir la estética Romántica y articularla con sus propias experiencias y luchas personales.

Páramo oscuro

En el Romanticismo proliferó el género gótico

Autoras fundamentales del Romanticismo

Entre las autoras fundamentales del Romanticismo inglés tenemos a Mary Shelley quien supo renovar el género de la novela para siempre. Su obra Frankenstein o el moderno Prometeo, publicada en 1818 es una de las más influyentes de la literatura gótica, que inicia un nuevo género, la ciencia ficción. Shelley supo imprimir en el personaje el espíritu romántico, ofreciendo una reflexión sobre el poder de la naturaleza, la soledad, y los peligros del conocimiento. Una obra compleja donde la subjetividad ocupa un lugar central.

Otra autora británica fue Emily Brontë a quien se considera la más romántica de las tres famosas hermanas. Su novela Cumbres Borrascosas, publicada en 1847, es una de las novelas que mejor representan el espíritu romántico: la lucha entre la naturaleza y lo sobrenatural y la intensidad en las emociones de los personajes. Además, su vida solitaria y enigmática, agrega un atractivo especial y un interés por parte de los amantes del género romántico.

Ann Radcliffe es para muchos una de las grandes precursoras del género gótico. Su novela Los misterios de Udolfo, publicada en 1794, inicia una nueva etapa en la literatura británica. Cabe mencionar que la novela gótica fue uno de los subgéneros más explorados durante el Romanticismo. Las novelas de Radcliffe están llenas de paisajes oscuros y misteriosos, castillos sombríos, y héroes y heroínas en apuros, lo que sin duda la convierte en una de las grandes voces del Romanticismo.

Otra autora de Reino Unido destacada del período romántico es Caroline Lamb, autora de Glenarvon, una novela sorprendente publicada en 1816 en la que la autora cuenta su experiencia personal y plantea un ideal de literatura romántica que llamó mucho la atención. Además, su tumultuosa relación con Lord Byron añade un elemento transgresor que provoca interés en su obra de clara influencia romántica.

En Francia hubo también significativas autoras que contribuyeron con el romanticismo. Germaine de Staël publicó en 1802 la novela Delphine con la que marcó un antes y un después en la literatura francesa, incorporando el Romanticismo a la escritura de mujeres en este país. Esta obra, al igual que las demás escritas por esta autora, aborda temas tales como la libertad individual, la importancia de la transgresión, y se decanta por el triunfo de la emoción frente a la razón.

En España también hay numerosas autoras que exploraron las posibilidades del movimiento y contribuyeron con el florecimiento del romanticismo. Gertrudis Gómez de Avellaneda publicó en 1841 su novela Sab que se considera una de las grandes apuestas románticas de su generación. En ella la autora aborda temas como la injusticia social y el amor imposible desde una perspectiva intimista. El resto de su obra que incluye poesía y teatro también se enmarca dentro del Romanticismo al explorar con acierto y delicadeza sublime la condición femenina y los problemas sociales de la época.

Otra autora española clave del Romanticismo es Concepción Arenal que se destacó por ser una grandísima poeta. En 1860 publicó su obra Poesías en la que se nota la gran influencia del Romanticismo inglés. Ademñás, la autora tuvo una vida de lo más interesante y en la que puso en práctica los valores del movimiento: es sumamente conocido su activismo social y sus escritos sobre temas sociales y feministas, en los que refleja un profundo compromiso con la justicia social y la mejora de la situación de las mujeres y los desfavorecidos.

El Romanticismo no sólo fue una corriente literaria, sino también un estado de ánimo, una forma de ver el mundo que priorizó las emociones, la naturaleza, y la libertad por encima de la racionalidad. Este movimiento continúa siendo una fuente de inspiración y estudio, destacando la importancia de la emoción y la imaginación en la creación poética. En el próximo capítulo terminaremos el miniciclo para hablar de la influencia del Romanticismo en otras corrientes estéticas. Sin duda, es uno de los movimientos que mejor ha sabido proyectarse a largo plazo perviviendo al paso del tiempo.

Una casa abandonada

El Romanticismo afronta los temas desde una perspectiva intimista



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