V – Lecturas Abecediarias

 
Hemos llegado al quinto capítulo de este ciclo de recomendaciones lectoras. Para los que acaban de llegar, se trata de una serie de libros escogidos siguiendo el orden alfabético de nuestra lengua y en diversos capítulos. Hoy tocan tres nuevas obras, que van de la T a la V. ¿Los has leído? Si quieres leer las entregas anteriores, te dejo todos los enlaces a continuación: I, II, III y IV.
 

«Tragedias», de Sófocles

De la literatura griega hay muchísimos textos fascinantes, que pueden servirnos para conocer el pensamiento clásico y ahondar en la forma en la que las enseñanzas y la moral se incorporaban al terreno literario. Y sin lugar a dudas dentro de las muchas tragedias, las de Sófocles son las más interesantes, al menos, las que a mí más me han marcado.
En las «Tragedias» de Sófocles podríamos destacar sus tres historias fundamentales: «Antígona», «Áyax» y «Electra».

Tres historias fabulosas en las que la tensión narrativa es rigurosamente tratada y sostenida gracias a la estructura que caracteriza la tragedia sofocliana: un prólogo, la entrada del coro en escena, la presentación de los personajes que van a batirse en duelo –metafóricamente hablando, porque no siempre se trata de un duelo, pero sí del enfrentamiento entre dos ideas opuestas representadas por personajes contrapuestos–, la resolución del conflicto y la salida del coro para dar paso al epílogo. En todas sus obras la estructura que se plantea es la misma, y a todas ellas llegamos y salimos con la misma sensación: de que hemos vivido algo único, como sólo las grandes obras de la literatura consiguen transmitirnos.

«Una habitación propia», de Virginia Woolf

Este es uno de los grandes libros de la literatura. Un emblema para nuestra genealogía. Un documento indispensable para remover los cimientos de un mundo todavía ordenado y dirigido a los hombres. Si bien en su tono podría tratarse de un ensayo acerca de la situación de la mujer en la época victoriana, y su imposibilidad de recibir una educación que le permitiera convertirse en una persona intelectual capaz de ganarse la vida con su trabajo intelectual, la imaginación y la creatividad de Woolf van mucho más allá y nos regala un libro lleno de historias, de ficciones, de magia, y de un pensamiento extendido que intenta ayudarnos a liberarnos de las trabas sociales y morales para llegar a cumplir nuestro sueño.

La habitación propia es el sueño o el espacio de vivir libremente, económica y espiritualmente, pensando fuera del sistema y buscando una realidad distinta de la que hemos recibido. Un libro extraordinario que nadie debería perderse.

«Vejez», de Simone de Beauvoir

Entre las grandes obras de Simone de Beauvoir se encuentra este ensayo en el que reflexiona sobre la vejez. Una de las preguntas que sirve como hilo conductor es ¿son los ancianos seres humanos? Partiendo de esa inquietud, la autora nos va llevando a reflexionar en cómo con el correr del tiempo se ha ido perdiendo ese respeto por las personas que ya no sirven productivamente a la sociedad. Algunos de los temas sobre los que se detiene son la marginalidad a los ancianos, la soledad y el abandono que muchos sufren a causa de esa marginalidad, y la miseria que suele afectar a aquellos que ya no pueden ganarse la vida y no tienen quien vele por ellos.

Es un libro de denuncia social donde la ancianidad es algo que no debe tratarse, que se evita, que se ha convertido en un tabú, y al hacerlo un gran grupo de personas han quedado sumergidas en una zona social fantasma. La sensación de tristeza y soledad de los ancianos es un síntoma del fracaso de nuestras sociedades. Esto es lo que viene a decirnos Simone de Beauvoir en un libro extraordinario que nadie debería perderse.