Los valores, la justicia y la política en la obra de Natalia Ginzburg

La política siempre ha sido uno de los principales motores de la vida de la escritora italiana Natalia Ginzburg. Y es que defender sus ideas y sus pensamientos acerca de cómo debería ser la sociedad en la que vive o los valores que deberían primar le han llevado a luchar durante toda su vida contra el poder establecido. Tanto es así que incluso ha visto como era perseguida y como su primer marido era asesinado por dichas ideas.

Hechos que le marcaron pero que no le impidieron continuar su lucha reivindicativa llegando a ser incluso diputada del Partido Comunista de su país.

Todos estos citados ideales, enmarcados bajo dos grandes principios (justicia e igualdad), los plasmó además en sus trabajos literarios donde dejó patente todo aquello en lo que creía y también por lo que luchaba e incluso lo que le preocupaba.

Estas cuestiones pueden contemplarse, por ejemplo, leyendo la obra titulada Querido amigo, que vería la luz en el año 1973. Se trata de un libro que, mediante la forma de carta, nos acerca a la vida de Miguel, un joven que muy pronto abandonó su casa para vivir aventuras en otros mundos.

Esa circunstancia le llevó a casarse en un país lejano y a pasar una vida un tanto desordenada que al final le «pasó factura» pues murió lejos de su hogar y en unas circunstancias muy extrañas. Un hecho que hará que su madre llore su pérdida física y eterna pero que no entienda el camino por el que optó su hijo ni tampoco los secretos que le marcaron en todo momento.

Un relato este en el que la autora básicamente nos acerca a dilemas de nuestra sociedad como la soledad, la relación entre las distintas generaciones o la incomunicación que existe curiosamente en un mundo actual que es el de la comunicación y la información.

Los males del siglo XX

Algunos de los acontecimientos más importantes del siglo XX y las consecuencias que ellos llevaron consigo son básicamente el pilar del trabajo Familias, que salió al mercado en el año 1983. Este se compone de tres relatos (Familia, Camino a la Ciudad y Burguesía) que giran entorno a las vivencias de seres humanos imperfectos que se ven abocados a tomar distintos y complejos caminos en la vida como consecuencia del entorno o de las situaciones a las que tienen que hacer frente.

Más exactamente nos acerca a la situación que se vive tanto en Italia como en el resto del mundo después de tener lugar la II Guerra Mundial.

No menos interesante y más actual es la narración de Natalia Ginzburg titulada Serena Cruz o la verdadera justicia. Se trata de un libro donde la autora nos acerca a la vida de una mujer de origen filipino que siendo una niña a finales de los años 80 es acogida por una familia de Turín que se la encuentra tirada en la basura de Manila y que se la lleva a Italia sin ningún tipo de papeles.

Un hecho que propiciará que con el paso de los años la justicia decida quitarles la custodia dado que no hay ningún documento de adopción. Circunstancia esta que creó polémica en la sociedad y debate acerca de si la pequeña debía permanecer o no con quienes la acogieron cuando había sido abandonada.

Con este libro la escritora no sólo consigue darnos a conocer un hecho real de gravedad sino que también nos hace reflexionar acerca de la deshumanización de la justicia actual o de las instituciones de adopción.



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