«Viaje al fin de la noche», de Louis-Ferdinand Céline

"Viaje al fin de la noche", de Louis-Ferdinand CélineHoy regreso con una nueva recomendación para nuestro ciclo del desván de los libros perdidos. En esta oportunidad se trata de «Viaje al fin de la noche» de Louis-Ferdinand Céline, una novela que tiene mucho de nosotros, de nuestra historia, de nuestros miedos, de nuestras obsesiones. Sin duda es un título que ya estaba tardando en caer a esta sección en la que intentamos mirar aquellas obras de la literatura que resultan ineludibles.

Céline y el lenguaje

Una de las cosas que atrae de la narrativa de Céline es su voz quebrada y la profundidad de sus reflexiones. En particular, en «Viaje al fin de la noche» nos encontramos con un autor que explora algunos de los aspectos de la historia mundial más relevantes del siglo XIX: la Primera Guerra Mundial y la era del Colonialismo en África.

A su vez, nos enfrentamos a los primeros avances del capitalismo en la organización del mundo y a la pobreza, escondida en algunos barrios de periferia de París. La forma en la que el autor construye el relato, amalgamando los conflictos con las experiencias de sus protagonistas es de una precisión asombrosa. Y creo que ese es uno de los rasgos que convierten a Céline en una de las figuras ineludibles de la literatura de su generación.

Quizá sea esta una de las obras del autor en el que más deja fluir su suspicacia, consiguiendo un lenguaje que se ubica entre lo gracioso y lo trágico, ofreciendo matices inestimables a la lectura.

Algunas personas con las que he conversado sobre este libro me han hecho ver que después de la mitad del libro la lectura puede volverse un poco denso; no lo ha sido para mí pero sí que es cierto, que interrumpe un poco el ritmo ágil que tiene en la primera mitad. No obstante, creo que es un libro delicioso, y que su humor negro lo vuelve una joya única a la que todos deberíamos darle una oportunidad.

"Viaje al fin de la noche", de Louis-Ferdinand Céline

La crudeza de una época

Lo que fundamentalmente encontramos en este libro, además de una historia atrapante que se alimenta de los hitos más importantes del siglo XIX para construir la vida de criaturas individuales, es un lenguaje cercano y coloquial que nos lleva de la mano a través de toda la obra para contarnos la vida de un héroe que en realidad no tiene vocación de salvar el mundo, pero que ha nacido para ello.

«Viaje al fin de la noche» narra la vida de un joven que debe buscar la forma de burlar a la muerte, protagonista fundamental de todas las guerras, y que se abandera al grupo de los cobardes y los traidores con el único fin de salvar su vida, cuyo bien considera más preciado que cualquier medalla u honor. Ferdinand Baradamu, nuestro protagonista, es herido mientras combate en la Primera Guerra Mundial. Y a partir de ese conflicto comienza a desarrollarse la historia.

Este joven, sin embargo, aunque por un lado parece tener un absoluto control sobre sus actos, parece ir a la deriva como todos. E incluso sufre complicaciones a causa de una amistad que no sabe manejar de forma correcta. Con este panorama nos encontramos los lectores y vamos caminando a la par que Ferdinand por un mundo lúgubre lleno de penurias y horror.

"Viaje al fin de la noche", de Louis-Ferdinand Céline

Dificultad en la lectura

Para muchos este es un libro extraño que presenta ciertas complicaciones para la lectura, debido a que por momentos el ritmo se interrumpe y es reemplazado por algunas páginas en las que a simple vista nada ocurre. Dependiendo del tipo de lector que seamos podremos disfrutar más o menos de esta obra teniendo en cuenta esta característica.

De todas formas, creo que merece la pena puesto que nos deja reflexionando sobre temas imprescindibles en este y en todos los tiempos, tanto desde lo individual como desde lo colectivo. Desde el punto de vista individual nos ayuda a pensar el odio, la rutina, la forma en la que percibimos el mundo y nos extrañamos frente a lo ajeno y, sobre todo, la manera en la que afrontamos nuestros fracasos; desde lo colectivo, la forma en la que nos cambian las guerras y la pérdida de idealismo; además, nos permite acercarnos al mundo que estamos construyendo cuyos pilares no son valores igualitarios y ponderables, sino el resultado de nuestras inquinas y nuestros desacuerdos.

Por último cabe resaltar que al igual que en la mayoría de los libros de Céline, también en este notamos la gran influencia que su narrativa recibe de grandes narradores como Joseph Conrad, Franz Kafka o el propio James Joyce, y esa siembra da frutos exquisitos que no tiene sentido que nos perdamos. Por todo esto creo que es una obra que no puede faltar en ninguna biblioteca y por la cual he deseado incluirla en el desván de los libros perdidos. ¡No la dejen pasar!

"Viaje al fin de la noche", de Louis-Ferdinand Céline

Comentarios1

  • Rapsodico

    Mi ignorancia literaria es tan grande, que yo mismo me sorprendo. Un autor y una obra que desconocía. Pero como siempre me ocurre, al terminar de leer tu artículo me quedan unas ganas enormes de leerlo. Un abrazo, Tes.



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