Vladímir Mayakovski y el futurismo ruso

Iniciamos hoy un nuevo ciclo en Poemas del Alma que hemos dado en llamar «Poesía y época». A través de cada capítulo trataremos la obra de un autor o autora relevante dentro de un movimiento o contexto histórico.

Vamos a empezar a lo grande, hablando del genial Vladímir Mayakovski y su influencia en la corriente estética del Futurismo ruso.

Quién fue Vladímir Mayakovski

Mayakovski nació el 7 de julio de 1893 en el Imperio Ruso. Es uno de los poetas rusos más destacados de la poesía del siglo XX, destacado revolucionario y gran imaginador de lenguajes posibles.

Con Vladímir Mayakovski se inicia el futurismo ruso. Junto a Burliuk y Jlébnikov firmó el famoso manifiesto La bofetada al gusto público.

A lo largo de su vida, Mayakovski trabajó una línea de pensamiento que combinó lo político y lo literario. Para muchos es el gran creador de la poesía propagandística, que posteriormente sería tan significativa en las sucesivas revoluciones.

Fue un gran defensor de la revolución y como miembro del Partido Obrero Socialdemócrata construyó un discurso a favor de Lenin que se propagaría por todo el mundo.

Además de ganar cierta repercusión como poeta Mayakovski desarrolló una gran cantidad de carteles publicitarios que sirvieron para difundir las ideas bolcheviques. En ellos usó sus conocimientos de arte y su humor, siempre rebelde y social, para plasmar su interés por el cambio social.

Una de las características fundamentales de su obra es la burla a la burguesía y su apoyo al proletariado. Quizá el gran tema de su obra es la relación que se establece entre el arte y el poder.

Mayakovski se quitó la vida el 14 de abril de 1930, cuando todas sus luchas habían fracasado y se sentía decepcionado y triste con el mundo. Su gran aporte a la literatura rusa del siglo XX lo han convertido en un poeta universal.

Entre sus obras más destacadas encontramos La Nube en Pantalones, Misterio bufo y La chinche.

El futurismo ruso

Vladímir Mayakovski es uno de los representantes supremos del futurismo ruso, una corriente estética sumamente importante del siglo XX.

Hay un cuadro de Natalia Goncharova que nos permite asimilar las ideas más firmes del futurismo ruso que, al igual que el futurismo italiano, estaba estrechamente obsesionado con los cambios brutales de la tecnología en la sociedad. (La imagen del final de este artículo).

El futurismo ruso le daba más importancia al lenguaje que el italiano, donde la fuerza estaba en lo plástico y supo dejar algunas obras maestras que marcarían la poesía del siglo XX.

Aunque existieron dentro del futurismo ruso muchos representantes y varios subgrupos, se asume como punto de partida el grupo creado por los hermanos Burliuk, que contaba con la participación de Velemir Chlebnikov y Maiakovski, siendo éste último el más entregado a la causa, por lo que muchos lo consideran el gran padre del movimiento.

En algún sentido el surgimiento del futurismo ruso puede entenderse como una respuesta al aburguesamiento del futurismo de Marinetti, a quien los rusos calificaban de poeta burgués y poco comprometido en la práctica con las ideas que decía profesar.

La idea fundamental del futurismo es el rechazo a la tradición en pos de la construcción de un arte que se ajuste a los tiempos; expresiones artísticas que celebren la velocidad y la revolución tecnológica y que planteen una pintura acorde a los tiempos. La violencia, la lucha obrera, la importancia de la industria para el desarrollo, son algunos de los temas que se hallan presentes en esta corriente estética. La incorporación de un lenguaje sucio y coloquial, es otro de los grandes avances a nivel literario, una ventana para llevar la literatura a otro nivel.

El manifiesto Una bofetada en la cara del gusto público, firmado por los hermanos Burlyuk, Kamensky, Chlebnikov, Kruchenykh y Mayakovski fue el que sentó las bases del futurismo ruso. Aunque tomaba algunas de las ideas planteadas por Marinetti, en lo que respecta a su desapego con la tradición y a la búsqueda de un decir novedoso, se aliaba a las ideas bolcheviques que defendían sus miembros y aunaba de una forma contundente arte y política.

El futurismo ruso fue una de las vanguardias con más pie de todas las corrientes revolucionarias, gracias a su publicidad extraordinaria y a que contó con algunas voces ineludibles de la literatura del siglo.