Wouter Van Reek y sus historias infantiles

Ya hemos hablado acerca de la novela gráfica. En esta oportunidad hablaremos acerca de Wouter Van Reek, un apasionado de las ilustraciones que cuentan historias. Autor de libros infantiles, entre los que destaca «Pinzón y los inventos». ¿Lo conocemos juntxs?

¿Quién es Wouter Van Reek?

Wouter van Reek nació en Voorschoten (Holanda) el 14 de septiembre de 1960 y desde muy pequeño se sintió atraído por el mundo del dibujo y además de la lectura.

De niño tenía un libro que trataba sobre el Universo, gracias al cual descubrió su planeta favorito, Júpiter y calculó que se encontraba a unos 30 millones de kilómetros de la Tierra.

Aunque más tarde supo que era un cálculo erróneo  A partir de ahí comenzó a realizar todo tipo de proyectos infantiles relacionados con el mundo del espacio, incluso construyó un telescopio utilizando una lamparita de motoneta. Pero notando sus pocos dotes para las cuestiones físicas y matemáticas, terminó inscribiéndose en la escuela de arte.

En lo que respecta a su labor como creativo, comenzó en 1990 haciendo animaciones para niños para la televisión de su país. Desde entonces realiza un corto animado para la edición holandesa de Plaza Sésamo.

El descubrimiento del papel para mostrar su trabajo le abrió las puertas a un mundo en el que se siente absolutamente cómodo; en el que puede expresarse con claridad y de una forma sumamente diferente a la animación. El propio Van Reek expresa:

Pinzón y su amigo Tungsteno

Van Reek es el creador de Pinzón, una serie de cuatro libros de delicada creación. Su protagonista vive con Tungsteno, su perro. Juntos viven todo tipo de aventuras; se trata de una serie en la que se ensalzan cuestiones relacionadas con la amistad.

Pinzón es un pájaro humanoide muy inteligente que vive y comparte sus aventuras con su amigo Tungsteno, un perro que no brilla por sus luces. Es importante señalar, que no solo Van Reek realizó los dibujos y el guión, sino que también grabó las voces.

Pero Pinzón no vio la luz hasta el año 2000. Fue entonces, cuando un canal de televisión local que apostaba por la creatividad en primer lugar, ofreció un espacio para que los artistas se pudieran dar el lujo de experimentar con nuevos formatos. Van Reek les presentó su idea y les gustó. Y le dieron el dinero para hacerlo. Lamentablemente ese canal ya no existe, aunque para Van Reek significó fundamental para dar el salto a la fama.

Wouter es quien escribe e ilustra sus libros. Todo comenzó con un corto animado con el que tuvo gran éxito. Sorprendido del mismo, decidió llevar estas curiosas aventuras al papel.

Y lo hizo de una forma muy particular, dotándolo de movimiento, con unas ilustraciones que se muestran en una forma poco convencional; con las imágenes principales más grande que van acompañadas y se complementan con otras más pequeñas que aparecen como sellos rojos decorando todo el libro.

Esto permite la lectura de la obra de dos maneras: siguiendo las viñetas principales únicamente, o enriqueciéndote con esas mini historias que se van contando a través de esas ilustraciones de tipo más abstracto. Una ingeniosa manera de incentivar a los niños a crear diversas líneas imaginarias y disfrutar de la historia.

Van Reek en Buenos Aires

En la última Feria del Libro de Buenos Aires, que concluyó hace apenas unos días, Van Reek estuvo presentando su obra e incluso preparó una historia animada para compartir con los niños presentes en el evento. En la misma, compuesta por 8 dibujos en render, podía verse al simpático Pinzón que tropezaba. Sus libros han sido publicados por Adriana Hidalgo, la editorial que más méritos está recogiendo en los últimos años.

Hidalgo ya ha publicado tres de las obras de este autor. Aparecen en una colección que se conoce como «Pípala». El último número se llama «La torre de Pinzón» y ha sido una de las obras infantiles más vendidas de la feria. Los anteriores se titulan «Pinzón y el invento», «Pinzón y la tormenta», «Pinzón y el mirador», «Pinzón y la noche de panqueques», «Pinzón y el hoyo más profundo» y «Pinzón y Mondrian».

Cuenta Van Reek que cuando una editora lo contactó para preguntarle si deseaba hacer libros infantiles, se sorprendió profundamente, pero la idea le pareció sumamente interesante.

A partir de entonces comenzó una nueva etapa en su vida, en la que debió convertir esas animaciones cortas en historias homogéneas y que a la vez pudieran encadenarse. Fue una ardua tarea pero en la que sintió mucha libertad y a la cual hoy agradece profundamente. Dice:

Esto es lo que podemos contar de Van Reek, el resto pueden encontrarlo en sus historias, que seguro serán una buena compañía para grandes y chicos.