El mundo de los libros está más vivo que nunca. Editores, libreros, escritores, lectores se reúnen cada año en diferentes ciudades para celebrar el placer de la lectura y confirmar la buena salud que sigue caracterizando a la literatura.
En la Feria del Libro de Madrid de este año hay actos muy interesantes que tienen como protagonistas a los actores principales del mundo del libro: los lectores, sin los cuales todo este edificio no podría sostenerse.
Aquí les contamos los detalles de dos actos bien definidos: sobre la mística en la obra de Teresa de Ávila. Y sobre la inmensa aventura que encierra el leer y las posibilidades que se nos abren al acercarnos a la lectura.
Diálogo en torno a la figura de Teresa de Ávila
Entre los actos más destacados en la #FLM15 de esta semana podemos destacar el que tuvo lugar en el pabellón de actividades en homenaje a Santa Teresa de Ávila, y que contó con la presencia de Olvido García Valdés y José Luis Pardo. Se trató de una conversación que versó en torno a la exploración de la subjetividad mística de esta pensadora en el pensamiento moderno.
Teresa de Ávila es sin duda uno de esos personajes misteriosos que cautivan a todo aquel que se acerca a ella. La tristeza y la melancolía fueron actitudes que la mantuvieron siempre viva y que le ayudaron a crear una poesía que se salió de los estándares de la época y que cavaría un carril por el que posteriormente se animarían a transitar numerosos poetas.
En este acto, Olvido y José Luis estuvieron de acuerdo en la inmensa dificultad que supone tanto desde el ámbito artístico como desde el sector del pensamiento establecer una línea de pensamiento y creación clara al pensar en esta mujer. Su vida toda se encuentra velada de misterio y las preguntas que surgen en torno a su persona en lugar de derivar en respuestas generan más inquietudes y confusión. Del mismo modo destacaron la inmensa dificultad y la utopía que encierra el limpiar a esta figura de toda la contaminación religiosa en la que se ha visto envuelta, en la que han enredado las leyendas hagiográficas y propagandísticas de ciertos sectores.
También, ambos intelectuales resaltaron la inmensa riqueza que rodea la vida de Teresa que bastante se aleja de la idea de espiritualidad religiosa que ha intentado manchar su imagen desde hace siglos. Olvido Valdés quien escribió un ensayo en torno a la vida de Teresa explicó que encaró dicho trabajo con una actitud atea y que lo que encontró para nada fue esa imagen que representara los mástiles de la iglesia. «Me encontré con una activista, la autora que emprende la redacción, al mismo tiempo, de una obra reformadora y de una obra literaria«.
Sin duda fue un acto que nos dejó a todos pensando y deseando acercarnos más a este personaje ineludible de la historia y de las letras.
La aventura de leer
En la lectura nos unimos personas de diferentes características, con pasados y sentires distintos e intenciones también ambivalentes. Pero estamos todos, aquí, en Madrid, hurgando entre las casetas por esas obras que algún día nos salvaron o que esperamos que nos ayuden a hacerlo ahora. Y sobre eso habló Ofelia Grande, en un acto que tuvo a la lectura como protagonista, sobre la lectura y la pasión por la edición.
«Si leer es vivir mil veces, editar es vivir y hacer vivir» comenzó. Y expresó el inmenso privilegio que representa el poder vivir de lo que amas, el poder compartir con otros tu pasión y disfrutar de tu trabajo. Y dedicó un extenso párrafo a los lectores, esos engranajes indispensables en la gran cadena de la literatura. «Editar es el juego de la vida. Editar es un juego de incertidumbres«, porque como editor nunca sabes exactamente cuál será el éxito de esa obra que te ha fascinado y en la que pones todas tus expectativas.
Posteriormente, Grande expresó que es sumamente importante que editores y libreros dialoguen más y que trabajen codo a codo porque de ambos depende sacar a flote este barco y porque son ellos, los que venden y conversan con los lectores, los que saben realmente cuál son los libros indispensables para el mundo.
Finalmente, otro acto que tuvo como protagonista a los lectores y a los libros fue el que dirigió Jordi Doce y que consistió en hacer un recorrido por la literatura que nos ha marcado. Lecturas y libros sin los cuales no seríamos las mismas personas. «Nunca habrá demasiados libros» comenzó Jordi, porque los libros nunca pueden ser perjudiciales, por lo tanto, no les cabe el adjetivo «demasiado». En el mundo de los libros todos son necesarios porque para cada persona existe una obra necesaria e indispensable.
Para dar fe a sus palabras Jordi citó a Walt Whitman cuando dice “¿Creías que mil acres eran muchos? ¿Creías que la tierra era mucha? ¿Tanto te ha costado aprender a leer?”. Y expresó con gozo que «la lectura es un canto más que una defensa«, que trabajar en el mundo de la literatura es una alegría más que una lucha. Y concluyó diciendo que en el mundo de los libros se encuentran habitados todos los otros mundos. «El prodigio de este mismo paseo de la Feria que contiene todos los paseos posibles, que es distinto según quien lo recorra, que cambia cada vez que nos internamos en él«.
Los libros están más vivos que nunca y esta cita anual en Madrid está dando buena cuenta de ello. Los invitamos a recorrer este paseo de coches de nuestra mano si no pueden acercarse en persona. A través de Twitter con el hashtag #POEMASxFLM15 estamos informando cada día sobre lo que consideramos más relevante de la #FLM15. ¡A disfrutar de la lectura!
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