paolibre

REINCIDENCIA

Vienes a mi presencia

ligera  de pesares

sonrisa adolescente

mágica   y ruborosa 

 

me invitas a entrar

en tus aguas marinas

a los  tibios calostros de tu pecho

 

y siempre es así

entre las sabanas, como un  preámbulo,

antes de amarte con todas sus letras:

te devoro con las manos.

 

Sudorosos,

impregandos  de humedad

fresca

salobre,

como piedras de río        

los cuerpos  reposamos.  

 

Ya en la ducha          

el agua  borra todos los desatinos

las omisiones,

las cavernas,

 

nos impregna

de renovados sueños

y                              

reincidentes         

volvemos a vivir el nuevo día 

con todos sus olores

y sus ruidos.