AYER
Aun no parto
y ya extraño
las cosas que estoy viendo:
el cristal enmohecido
por los años,
la grieta de la hoguera
que se extingue,
la mirada ausente de la
mujer que pasa,
la sonrisa alegre de la
mujer en mente.
El jarrón vetusto
en el rincón oscuro,
la lámpara roja
que se agita al viento,
el murmullo leve de
mi nombre lejos,
el ocaso perdido en
sus ojos tiernos.
El febril recuerdo
de su foto vieja,
el patio solo,
abandonado y triste,
el gato que eterno
maúlla en el tejado,
la noche fría
que solitaria sigue.
Guivel