De las despedidas que he tenido,
ésta es la que más me duele,
me siento solo y desprotegido,
sin nadie que me consuele.
Comprendo que la impotencia te invada,
comprendo que el tiempo y la distancia
están contra nosotros sin poder hacer nada
salvo refugiarnos en la perseverancia.
Comprendo que la angustia a veces te atormente,
y caigan abatidas nuestras pocas certezas,
tanto así que pienso que lucho inútilmente.
Si pudiera un instante penetrar en tu mente
y desechar de ella todas esas tristezas,
y en su lugar grabar: te amo simplemente.
22/03/2011