Ana Maria Delgado
Breve entrega a la historia
Tiempos antaños de entendible locura y utopía,ayeres huidizos que se esfuman, como el humo,monumentos olvidados,dignos y memorables recuerdos ocultados por alta hierva,perdidos en la niebla,penas que se dejaron morir con intensión,ante la ignominia y la aplastante perversión,suspiros que cesaron, que fueron,manos que acariciaron y sujetaron,miles de armas viles que cercenaron,la vida de presos héroes desdichadosy que calentaron su sangre hasta el hervor,al ver y sentir la fuerza injusta,de la más burda e inesperada traición. Agravios que desabrigaron sin piedad,los cuerpos de valientes,egoismos que dejaron la piel al descubierto,temblando y sacudiéndoseante el infierno y la borrasca,saqueos desmedidos de esperanzas y sueñosque perduraron altivos,hasta convertirse en débiles suspiros. Lazos que ataron, que aprisionaron,ríos de sudor y sangre a borbotones,que sin tregua cayeron al piso y se perdieron,sombras oscuras de cuerpos que fueron,desierto extenso de sueños que sucumbieron,kilos de sal que con malicia pusieron,sobre heridas de gloriosos cuerpos,hieles que con sevicia humedecieronresecos labios que nunca permitieron,ser acariciados por un áspero me rindo. Limpiemos los monumentos…..la hierba alta cortemos,lustremos el metal,acicalemos el hierro,pulamos el mármol, que el sol los ilumineque brillen los bustos de gran garbo,que se impongan las potentes esculturasque brillen, que brillen…soy pueblo, soy pueblo Me entrego a la historia,retrocedo en el tiempo,con congoja contemplo,campos plagados de cuerposde nobles guerreros,que con coraje, esfuerzo y sangre hilaron,el destino heroico de un pueblo... POR: ANA MARIA DELGADO P.