Un día caminaba por la calle de la Soledad,
a mi lado llevaba al Dolor y a la Verdad,
de una ventana Esperanza me saludaba al pasar
y Tristeza me gritaba en pie desde el portal.
Lógica me llamaba desde su alto balcón,
mientras Rabia rompía la leña para el fogón,
Dulzura acariciaba a mi cansado corazón
y Melancolía zurcía el recuerdo que se rompió.
Al final de la calle Esperanza me alcanzo
porque quería contarme algo que olvido:
Amor me había buscado y como no me encontró
dejo dicho que regresaba, y aun lo espero yo.