Era un infinito
dentro del infinito inmenso
de los demás.
Supongo que era porque dijeron
que tal vez fue;
tan lejano y gastado,
que ni él supo quién es.
Un día lo miraron a los ojos
lo miraron de reojo,
como en busca de algo.
Pero no hallaron más
que sus ojos mirando
otros ojos;
quietos, helados.
Los días pasaron.
Las noches dejaron pasar
a los días que pasaron.
Parpadeó y no fue
más quien acaso era.
El ciclo se cerraba.
Anónimo, despacio.
Se cerraba.
M.R.