Un buen día entraste de lleno en mis ojos
y mis nervios a manojos empezaron a brotar.
Llenaste de amor mis pupilas,
mi corazón y mi pensamiento.
Todo en mi vida se torno en alegría alborotándose mi alma,
mis sentidos y mi piel.
Y tus dedos de papel con tus uñas de a mentiras
hacen que me enamore si me llegan a rozar;
logran que se presenten las mejores emociones
y mis mejores razones se logran dilucidar.
Mis intenciones ocultas, las cuales tú sabes bien,
se me brotan por los poros, por el tacto de mis dedos,
por mis rimas y mis versos, por mi amor que te encontró.
Es por eso que te pido no te marches de mi vida,
de mis días sin razones, de mis noches sin control.
Es por eso que te ruego que me aceptes, que me quieras
que crucemos las fronteras que nos tienen separados
y mi vida, mi pasado dejemos por siempre atrás.
©Armando Cano.