Que me pasa con tu mirada,
tus ojos me ven y me transportan,
a un lugar de niebla pesada,
donde cuerpo y pensamiento flota.
Vivo en el prisma de luz en agua,
y tu boca roja es mi altar,
Las nubes son mi cama,
Y tú pecho mi impulso vital.
Cuando en tus ojos me hallo,
En el paraíso de tu mirada,
De repente me detengo y callo,
Ante el iris café de mi amada.
De tu mano siento volar,
Se esfuma del cuerpo mi peso,
En segundos logramos flotar,
Y de esas alturas soy preso.
El firmamento cruzamos fugaz,
Lo cruzamos como un meteoro,
Cuerpos quemados en fuego voraz,
Fundidos en el fondo del océano.
Con tu mano tocando la mía,
Mi cara luce el color escarlata,
Sufro yo la inmensa agonía,
Tu figura de un golpe me mata.
Tu voz suena tan constante,
La más bella de todas las canciones,
Pista de colores cambiante,
Variando al ritmo de dos corazones.
Canción de fondo voz de ruiseñor,
Canarios y aves en percusión,
Bailamos en la noche sin parar,
Bailamos en el día a reventar.
Tu voz melodía en mi oído,
Mis pies mediocres a temblar
Un raro efecto sucedido,
Al ritmo tuyo en tu sonar.
El olor de tu proximidad,
Una cama de pétalos secos,
Un olor a felicidad,
Más dulce que los cerezos.
Un sueño placido al olerte,
Un olor símil en las flores guardado,
La dicha infinita de tenerte,
Mujer con tu aroma encantado
Te siento cerca y suspiro,
Parece quererme ahogar,
Aire puro si te respiro,
Placido que has de emanar.
Y decides un beso de pronto,
Aquel confirma mi realidad,
Y aunque suene algo tonto,
Tu boca elixir de una deidad.
Inútil la mejor ilusión,
Mi dicha es incomparable,
El cielo en negociación,
Con tu cariño, irremplazable
Boca sabor a miel,
Del color del prisma tus ojos,
Tacto que calma mi piel,
Olor acuciador de mis antojos.
Voz que suena a la mejor canción,
La gloria en el gusto de tus ca rnes,
Tu vocecilla y tu insinuación,
En tus piernas fundidas dos partes
Sentido todo lo que viví,
Sentido dado a mis sentidos,
Máxima expresión todos en ti,
Y como nadie en ti contenidos.