Es muy fácil pensar de más
trazar aventuras que no saldrán del cráneo agobiado
encorvarse con el peso de los pesares.
Con un poquito de hartazgo, me digo:
Habrá que librarse de equipajes caducos
y tratar de alejarse.
Dejar de pensar en todo a la vez.
Emborracharse hasta equilibrar los caprichos,
Invitar a los lejanos y poco conocidos
a sentarse cerca y charlar,
pronunciar lo intrascendente,
hablar de lo que se olvida fácil.
Notar cuánto cambiamos desde
la última vez que nos vimos.
Recordar que la música simple tiene su ocasión.
Renegar de nuestra muy bien ganada
seriedad y sapiencia.
Vestir simple, salir rápido y no parar hasta llegar,
ir de la mano de mi compañera de versos.
Sacarnos las pulgas entre nosotros,
desenredar los crespos de la complicación.