a solas en la noche,
observo el cielo y veo la luna
tranquila e indiferente,
siento el viento juguetear con mi cabello
y entonces el recuerdo me invade
veo en una larga hilera
como una fila de pequeñas hormigas
cada una de las bocas que en mi mala vida he besado,
y de entre todas como hormiga reina
resalta su bella boca,
la boca que hizo a mi cuerpo
sentir el deseo de sacrificar mis labios en su piel
la siento nuevamente mia
en mis brazos siento su figura
y su aroma se me cuela y me lleva
aun extasis de felicidad.
un ruido y todos mis atontados sentidos
pierden su ternura, la vida se me vuelve
turbia, y mis labios lamentan:
el haberla perdido.