Dos almas en el distancia…
se unen en el ocaso…
cuando la noche asoma,
las nubes que aprisa escondieron
a la traviesa y fresca luna…
Pero ella jugando se escapa…
de la protección de las pompas de algodón,
e ilumina a esas solitarias almas
que en sueños se encuentran…
Se rozan, se toman de la mano…
y cruzan este horizonte…
y regresan danzando por las galaxias,
mirándose a los ojos…
Penetrando con sus sutiles miradas
Hasta llegar a su brioso corazón…
que reboza de felicidad
al sentirse ambas tan unidas en el aura.
En la magia de la noche brillante…
se prometen un encuentro
donde el deseo e a flor de piel,
y la pasión romperá las barreras aun existentes…
Pero… el sonido persistente del reloj
Sobresalta mi sueño, el cual se evaporo…