EL LOBO
La pradera muestra su desértico mes de mayo,
Los lobos buscan la presa para saciarse, el ojo alerta
Ninguno advierte el rezago del de piel plateada
Dice que ha visto en el río, la cara más bella
En apresuradas aguas, aunque se hayan ido
Cabellos de helechos, que despeina el cauce
Blancura de nácar en su piel lejana
Está enamorado, quisiera besarla
Regalarle un cofre, hecho con fragancias
La redonda tierra cambiaría el giro
Para detener las agujas de su reloj
Que marca la aurora, llevando consigo
La faz de la luna que vive en el río
Un aullido largo suena como un rezo
La noche lo mira y siente escalofrío
Solo, se acurruca, triste en su embeleso
La amará por siempre, aunque agonice por eso
Teresa Ternavasio
24/03/2011