Adrian VeMo

Tiempo Herido

 

'Persistencia de la memoria' - Salvador Dalí

 

Nunca lo vi tan inofensivo

parecía un águila:

ausente

de sus agudos ojos

y macabros garfios.

Así de herido

entre nubes subconcientes

encontré al Tiempo

gimiendo, desangrandose

viendo como le abandona

su espesa sangre brillante y dorada,

yo aproveché

cogí algunas de sus gotas de oro

y las llevé al final de un arco iris.

 

Se arrastraba

en los ecos del cemento,

intentaba coser su prisa y correr

pero estaba tan blando y zaherido;

su lucidez de prisa

se vio decramada, pálida y lenta.

Ya no era tan oro, ni sabio el tiempo.

 

-¿Cómo sanaran?

Se preguntaban los que tenían heridas abiertas en la memoria

sus llagas que palpitan como volcanes

apenas se manifiestan costras

y es un verdadero milagro si cicatrizan;

los amantes que esperan el migrar de los besos en su boca,

su espera se reduce a una utopía.

Entre las gentes

se alzaron los morosos a levantar sus copas

a echarse en el lomo del tiempo

y mirarse horas tras horas.

 

Una masa deambula

cansada de cargar los años

como si en ellos se reencarnara Matusalén,

con lágrimas de alegría

y los brazos izados al cielo

esperan su último segundo

pero el tiempo

ahí sigue cojeando

lamiendo la alegría de algunos

y el dolor de muchos.