El resentimiento es un capricho del amor
No se debe interponer entre tu yo.
Sal de mí, rabia loca, sal de mí, confusión,
corran como sudor y caigan con el sol.
Vete orgullo, vete lejos, déjame tranquilo
yo l@ quiero, yo l@ quiero, yo lo sé, que l@ quiero.
Ven a mí consejo, ven a mí desde el cielo,
que mis oídos no escuchen a quien solo quiere mi cuerpo,
y mi deseo no corrompa lo que guardé con tanto celo.
Empecemos desde cero, reconquístame como aquella tarde frente al mar
donde con abrazos y besos nos comenzamos amar.
Por cierto, donde están las flores?, no las he visto llegar
Sí, lo recuerdo!, qué pensabas, que lo iba a olvidar?