Con el transcurrir del tiempo
me temo hemos desconocido,
que los signos describen
del alma, el más puro sentido.
A esta altura estoy hart@
de no darle el uso debido.
Comas, puntos, paréntesis y otros
han inundado el texto que vivimos.
Comas, en tus silencios.
Paréntesis, a mis fastidios.
Comillas, en los reproches.
Y muchos puntos y seguido.
Por respeto a las reglas
del idioma bien conocido,
considero obligante a lo nuestro
poner punto definitivo.
© Veyra C. Jackman Ojeda. Todos los derechos reservados