Y se hizo el tonto el sabio
sabiamente tonto parecía
y soltando tonterías por sus labios
de el mismo se mofaba y se reía
tan hábilmente, que tonto se creía
si señor, alegre contestaba
si señor, siempre respondía
y sagazmente contestaba
las sandeces que a el le dirigían
con lecciones, que entre tonterías el metía
atento y cautamente
la alabanza y el desprecio
no alteraban su mente
ya que se compadecía del necio
que le seguía la corriente sin aprecio
profundizaba experimentando
en la condición humana
y claramente se le iba revelando
que el que halaga y en la verdad no se afana
un falso si, si, de el siempre emana
no pretendía divertirse
ni mal alguno el deseaba
solo procuraba servirse
de la situación que a el le llegaba
para enseñar la verdad que faltaba
los que escuchaban y no oían
sus correctos consejos
como un tonto lo veían
y el tonto los dejaba perplejos
con evidencias que decía sin complejos
bien nos enseñaba Buda
que todos estamos fingiendo
y que la verdad nos desnuda
y desnudos acabamos comprendiendo
que las apariencias nos están confundiendo
En todos los seres vemos
en el nacimiento
en el crecimiento
y a la muerte sometida
la señal de la vida
que siempre es la misma
aunque este confundida