Vos sois el punto y la cruz,
botón de muestra,
viaje, recompensa,
a vuestro lado dejo la miseria,
que me lleva a una perdición
hecha de pequeños extravios.
Vuestras manos elaboran
un precioso punto de cruz,
rematado con encajes
y con las inmaculadas señas,
recordatorio de una fe,
con sentido y brillo.
Vos sois labor,
sois tierra y baldosa,
sois el viento en la vela,
sois barco y timón
volteando al olvido.
Vuestra esencia se esparce
tras siglos de desasosiego,
después de búsquedas filosóficas,
de tropiezos, de descuidos
portados por las riendas
del falso valor de la materia.
Sois elixir,
don; y remedio
del sinsentido
de absurdos pisotones
cuales salpican con sangre inocente
al asfixiar, dejan duelo y escarmiento.
Vos sois regeneración; volcán,
prado donde descansar,
sois pastor, alimento,
uno más;
unificaís al rebaño.
Sois paisaje,
dais y restáis
según convenga
portar en el equipaje,
sois el signo debido,
aquel, con el que se ha de firmar.
318-omu G.S. (bcn-2011)